Sri Lanka se encuentra en medio de la peor crisis política y económica de su historia después de que decenas de miles de manifestantes asaltaran las residencias del presidente y el primer ministro de la nación durante el fin de semana.
La creciente furia pública por la aguda crisis económica que ha causado escasez de artículos esenciales, incluidos alimentos, combustible y medicinas, y las protestas generalizadas han provocado la dimisión del presidente Gotabaya Rajapaksa, así como del primer ministro Ranil Wickremesinghe.
Según Forbes, la semana pasada, Sri Lanka cerró las ventas de combustible a la mayoría de los residentes por temor a un desabasto de petróleo, convirtiéndose en el primer país en restringir las ventas de combustible desde la crisis del petróleo de la década de 1970.
Ante la creciente crisis política de Sri Lanka, partidos de la oposición se reunieron el pasado 10 de julio para acordar un nuevo gobierno, un día después de que el presidente y el primer ministro del país ofrecieran renunciar en el día más dramático de meses de agitación política, con manifestantes asaltando las casas de ambos líderes y prendiendo fuego a uno de los edificios en un ataque de rabia por la crisis económica.
A pesar de que los manifestantes exigieron la renuncia inmediata del presidente y el primer ministro de Sri Lanka, el presidente del parlamento del país y la oficina del primer ministro dijeron que Rajapaksa renunciaría el miércoles.
Sin embargo, hasta el momento, no ha habido noticias directas del presidente sobre sus planes. Por su parte, el primer ministro Wickremesinghe señaló que también está dispuesto a renunciar para “dar paso a un gobierno de todos los partidos”, pero aún no ha presentado una carta de renuncia, por lo que han surgido dudas sobre si realmente dimitirán al cargo o si solo están ganando tiempo.
Si tanto el presidente como el primer ministro renuncian, de acuerdo con la constitución de la nación insular, el presidente interino Mahinda Yapa Abeywardena asumirá el cargo de presidente de Sri Lanka. Rajapaksa nombró a Wickremesinghe como primer ministro en mayo en un esfuerzo por resolver la escasez y comenzar la recuperación económica del país.
En medio de la agitación política no está claro cómo se desarrollará la situación en la nación insular de 22 millones de habitantes en los próximos días y semanas. Durante mucho tiempo, Sri Lanka tuvo una economía estable, con una clase media en crecimiento. Sin embargo, este año, las condiciones se deterioraron rápidamente, situación que los habitantes atribuyen a los líderes corruptos que desperdiciaron la riqueza del territorio.
Según Reuters, actualmente, Sri Lanka cuenta con una deuda de 50 mil millones de dólares y no ha podido pagar los intereses devengados por sus préstamos. Por este motivo el país se encuentra en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para adquirir un paquete de rescate de tres mil millones de dólares. Sin embargo, se prevé que el acuerdo incluya numerosas condiciones para evitar que los políticos hagan un mal manejo de los recursos.