El pasado 4 de agosto, un tribunal ruso sentenció a nueve años de prisión a la estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner tras hallarla culpable de introducir de manera deliberada cartuchos de vapeo que contenían cannabis a Rusia.
Griner, de 31 años, fue acusada de violar el artículo 229.1 del Código Penal de Rusia, una ley que penaliza la posesión y contrabando ilegal de drogas. Además de ser condenada a nueve años de cárcel, la jugadora de Phoenix Mercury recibió una multa de un millón de rublos (aproximadamente 16 500 dólares).
El pasado 17 de febrero, una semana antes de que la invasión rusa de Ucrania comenzara, Griner, dos veces medallista de oro olímpica y ocho veces estrella de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA), fue detenida por personal de migración en el aeropuerto de Moscú, con cartuchos de vapeo que contenían aceite de cannabis en su equipaje a pesar de ser ilegal en Rusia tanto para fines medicinales como recreativos.
La basquetbolista ingresó al país liderado por Vladímir Putin para jugar con el equipo ruso UMMC Ekaterimburgo, de la Liga rusa, aprovechando los meses de descanso en la WNBA. Según Associated Press, durante los últimos siete inviernos, la medallista de oro olímpica ha jugado en Rusia, ganando más de un millón de dólares por temporada, más del cuádruple de su salario en la WNBA.
La última vez que Griner jugó para el equipo ruso fue el pasado 29 de enero, antes de que la Liga tomara un descanso de dos semanas para los torneos de clasificación para la Copa Mundial FIBA. De acuerdo con Reuters, luego de ser detenida, Griner se declaró culpable, pero dijo que no tenía intención de llevar una sustancia prohibida a Rusia ni de hacer daño a nadie:
Cometí un error honesto y espero que su sentencia no acabe con mi vida aquí. Mis padres me enseñaron dos cosas importantes: una, asumir tus responsabilidades y, dos, trabajar duro por todo lo que tienes. Por eso me declaré culpable de mis cargos.
En ese momento, Estados Unidos consideró que la deportista estaba siendo utilizada con fines políticos por el Kremlin ante el escenario de la invasión a Ucrania. Tras el fallo, el equipo legal de Griner dijo que apelarían la decisión que desafiaba las normas de sentencia incluso para los rusos, quienes recibirían sentencias menos severas y hasta libertad condicional.
Además, expresó su frustración porque el tribunal ignoró por completo sus argumentos de clemencia basados en la contribución de Griner al baloncesto femenino ruso, así como la violación procesal de los derechos de la deportista durante su arresto.
Después de la audiencia, la abogada de Griner, Maria Blagovolina, reconoció que si bien su cliente no esperaba milagros, la conmoción de una sentencia de nueve años aún persistía en todos ellos.
Por otra parte, expertos en política internacional consideran que la sentencia para una ciudadana estadunidense y deportista del nivel de Griner fue muy dura, por lo que sospechan que las autoridades rusas la están utilizando como moneda de cambio diplomática en medio del desafío geopolítico entre Rusia y Estados Unidos a raíz de la guerra en curso con Ucrania.
El portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, previamente aseguró que Griner no es una rehén política. Sin embargo, afirmó categóricamente que no harán ninguna exención con ella:
Ella violó la ley rusa y ahora está siendo procesada. No se trata de una rehén. Hay muchos ciudadanos estadounidenses aquí. Están disfrutando de sus libertades, pero hay que obedecer las leyes.
El presidente Joe Biden calificó la condena de Brittney Griner como “inaceptable” y dijo que Washington “trabajará incansablemente” para garantizar su liberación.
Es inaceptable y pido a Rusia que la libere de inmediato para que pueda estar con su esposa, seres queridos, amigos y compañeros de equipo. Mi administración continuará trabajando incansablemente y buscará todas las vías posibles para llevar a Brittney y Paul Whelan a casa a salvo lo antes posible.
Según Reuters, la sentencia de Brittney Griner podría propiciar un intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos, que incluiría a la basquetbolista y a Viktor Bout, un ciudadano ruso encarcelado en Estados Unidos acusado de tráfico de armas, a quien le quedan cinco años de una sentencia que recibió en 2012.
Según un funcionario estadounidense, Rusia también ha exigido que el intercambio incluya a Vadim Krasikov, un ruso que cumple una sentencia en Alemania por el asesinato de un militante checheno en Berlín.