La revista New England Journal of Medicine (NJEM) publicó el 1 de junio de 2022 un informe sobre un tratamiento experimental exitoso denominado Terapia Génica del Receptor de Células T o TCR, que modifica las células T para detectar mutaciones genéticas específicas en las células cancerosas. La técnica fue desarrollada por los doctores Eric Tran y Rom Leidner, ambos investigadores del Instituto de Investigación Earle A. Chiles, en Portland, Oregon, Estados Unidos.
El tratamiento consiste en modificar las células T para que se dirijan específicamente a KRAS, una proteína mutada que se encuentra en el 25 por ciento de todos los cánceres, incluido un tercio de los cánceres de pulmón, el 40 por ciento de los cánceres de colon y alrededor del 95 por ciento de los cánceres de páncreas. Las células T modificadas solo atacan a las cancerosas sin dañar las sanas.
Hasta ahora, la terapia TCR se ha probado en dos pacientes con cáncer de páncreas avanzado, uno de los más difícil de tratar. Aunque un paciente no respondió al tratamiento, el otro paciente, Kathy Wilkes, una mujer de 71 años, experimentó mejoras significativas.
Wilkes, a quien originalmente se le diagnosticó cáncer de páncreas en 2018, se sometió a quimioterapia, cirugía y radiación para extirpar sus tumores. Sin embargo, su cáncer hizo metástasis en sus pulmones.
Después de un incremento de quimioterapia y radiación, así como un tratamiento de inmunoterapia experimental, para ayudar a sus metástasis pulmonares, todos fallaron, por lo que Wilkes acudió con los doctores Tran y Leidner para probar la terapia TCR.
La mujer sabía que los investigadores estaban probando la inmunoterapia para combatir diferentes tumores difíciles de tratar y una biopsia mostró que una mutación específica estaba alimentando su cáncer.
Wilkes también tenía el tipo correcto de la molécula HLA, que tiene una función importante en la respuesta inmunitaria del cuerpo a las sustancias extrañas. Así que los doctores Tran y Leidner obtuvieron el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para reprogramar sus células T con el receptor especial que combate las mutantes.
Para lograrlo, extrajeron células T de su sangre, las modificaron genéticamente en el laboratorio y luego cultivaron miles de millones de copias. Seis meses después del tratamiento con células alteradas, los tumores de Wilkes se redujeron un 72 por ciento y aunque su cáncer aún no se ha curado, las revisiones médicas recientes sugieren que su enfermedad se encuentra estable.
El Dr. Tran dijo que no está claro por qué fracasó el experimento en el otro paciente, aunque las lecciones de su caso provocaron algunos cambios en el tratamiento de Wilkes. Josh Veatch, médico del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle, Washington, dijo que los resultados del tratamiento de Wilkes son “realmente emocionantes” y agregó que esta es “la primera vez que este tipo de tratamiento funciona en un tipo de cáncer muy difícil de tratar”.
Por su parte, el Dr. Eric Rubin, editor en jefe del New England Journal, dijo que el estudio plantea la posibilidad de que, eventualmente, pueda atacar múltiples mutaciones que causan cáncer.
Estamos hablando de la posibilidad de distinguir las células tumorales de las células no tumorales de una manera que nunca antes pudimos.