El consumo diario de refresco no sólo se ha convertido en un problema de salud; también llega a afectar notablemente la economía de las familias que consumen refresco en sus comidas diarias. Y en el mayor de los casos, el refresco parece tan inofensivo que pasamos por alto los fuertes riesgos de salud a los que se expone el cuerpo que consume de bebidas gaseosas.
Es por eso que aquí te dejamos esta lista de 10 buenas razones para dejar de una vez por todas el refresco.
1. Tendrás más energía
La fatiga es un efecto que causa cualquier tipo de cafeína en el cuerpo, a pesar de lo que se cree, la cafeína causa tanto altas como bajas de energía, ya que la verdadera energía sólo se obtiene de alimentos naturales. El refresco, al poseer altos niveles de cafeína, puede deshidratar y sobre estimular el sistema nervioso. Te recomendamos en su lugar un licuado con frutas rojas para despertar.
2. Proteges tu salud reproductiva
Este dato es bastante alarmante. Jamás pensamos que una bebida puede ser peligrosa no por su contenido si no por el envase. Las latas de aluminio tienen una cubierta de resina que contiene Bisfenil-A, un toxico que arruina el sistema endocrinológico, potencialmente causan pubertad prematura, anormalidades reproductivas e incluso cáncer.
3. Tus huesos serán más fuertes
Ese color artificial que sirve únicamente para diferenciar un sabor de otro, contiene fósforo, que a largo plazo puede ser malo para los huesos. El tipo de fósforo que se encuentra en el refresco lo absorben mucho más rápido los huesos y provoca la filtración del calcio. En cambio, este químico indispensable para el cuerpo lo podemos encontrar naturalmente en alimentos como frijoles y granos.
4. Evitas altos riesgos de problemas de salud con el corazón y la diabetes
Tiene que ver con un triángulo de peligro entre la obesidad, la azúcar y el corazón; el jarabe de maíz que contiene el refresco ha sido relacionado con un riesgo de síndrome metabólico, condición médica que hace los riesgos de sufrir diabetes y enfermedades cardíacas en niveles altos.
5. Tendrás menos hambre
El azúcar artificial afecta nuestro sentido de saciedad; además de exceder la cantidad de dulce de 400 a 8 mil veces más al azúcar normal. Por otro lado, sobre todo el de la lógica natural del organismo, el dejar de tomar refresco y reemplazarlo por agua, de alguna manera engaña a tu cuerpo haciéndolo sentir “lleno”.
6. Reduces grasas ocultas
Son las grasas difíciles de detectar a primera vista, el problema es que no sabemos que estamos en riesgo de tener problemas de salud cuando no vemos los cambios en el cuerpo. Sin embargo, la soda contribuye a incrementar la masa de grasas escondidas en nuestro cuerpo.
7. Definitivamente te verás más joven
Según un estudio realizado en Estados Unidos, cuando una célula se divide, los telómeros se acortan naturalmente, este proceso se asocia con el envejecimiento y las enfermedades de la edad. Básicamente beber en exceso bebidas altas en gas y azúcar deshidratan la piel de manera notable, por lo cual no hay nada mejor que el agua para mantener la piel joven.
8. Asma
El benzoato de sodio que contienen las bebidas gaseosas es un preservativo, incrementa el sodio general de la dieta y reduce nuestra habilidad de absorber el potasio. Algunas de las reacciones al benzoato incluyen urticaria, asma y eczema.
9. Te enfermarás menos
Las sodas de dieta son las más traicioneras, en cuanto a la azúcar artificial, ya que ésta afecta la salud de las bacterias del estómago, lo cual tendría efectos adversos en el control de azúcar en la sangre y hasta en el control de peso en las enfermedades. La acidez del refresco es mala para el sistema digestivo, sobre todo porque empeora el reflujo.
10. Cuidarás mejor el esmalte natural de tus dientes
El azúcar y ácido de las bebidas gaseosas disuelven fácilmente el esmalte de los dientes. Cuando las caries llegan al nervio, la raíz y el área en la base del diente puede morir, y si no se trata a tiempo, se pueden formar absceso.