Hacer ejercicio es un hábito que todos debemos tener para una buena salud, tanto física como mental. En este tema muchas preguntas pueden surgir: ¿qué horario es el ideal?, ¿cuál rutina sirve para quemar mayor cantidad de calorías?, ¿es mejor practicarlo de día o de noche?
Lo primero que hay que considerar: “cada persona es distinta e independientemente de la evidencia científica lo adecuado es conocer en qué tiempo una persona se siente mejor al ejercitarse”, esto expresado por la Escuela de Ciencias de la Actividad Física, el Deporte y la Salud de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
Teniendo en cuenta esto, hay que poner manos a la obra. La primera recomendación en el aspecto físico es que no debes ejercitarte sin que el organismo tenga algo de energía. El consejo es ingerir un pequeño desayuno 40 minutos antes de la actividad con alimentos fáciles de digerir: avena, fruta, leche de almendras. Luego de esto se puede proceder a una comida más completa en la que se incluya proteína para los músculos.
Un estudio de la Universidad de Bath, en Inglaterra, halló que hacer ejercicio aeróbico moderado en ayunas puede facilitar la pérdida de grasa; pero también se descubrió que desayunar antes de la actividad prepara al cuerpo para quemar mayor número de carbohidratos.
En el tema mental, el ejercicio matutino es mejor, según un estudio realizado en Australia. Este examinó a 65 hombres y mujeres de entre 55 y 80 años, reflejando que el entrenamiento moderado por la mañana mejora la toma de decisiones el resto del día y que en el caso de las escuelas disminuye los episodios de bullying.
Hablando de la flexibilidad, la hora ideal para hacer ejercicio es avanzado el día, ya que temprano es más difícil que los músculos se estiren.
Si eres de las personas que tienen un régimen de ejercicios más exigentes o con mayor intensidad, se recomienda que el principio de la noche es lo más factible para llevar a cabo la rutina, pues un estudio de la Universidad de Chicago concluyó que la temperatura corporal y los niveles de hormonas alcanzan un nivel máximo; pero, ojo, evita este tipo de ejercicios cerca de la hora de dormir porque el metabolismo queda activo y cuesta conciliar el sueño .
En conclusión, realizar ejercicio por la mañana es más adecuado para personas que tienen actividad física leve, siempre y cuando consuman un alimento ligero antes de ello. Para una mayor flexibilidad, la tarde es la respuesta correcta y para una mayor intensidad, los primeros momentos de la noche ayudarán a encontrar los resultados deseados, siempre y cuando no se empalme con la hora de dormir.
Lo cierto es que cualquier hora del día es perfecta para una caminata, un paseo con el perro, una trotada en el parque o una buena clase de zumba; recuerda que 30 minutos de actividad, una buena alimentación, un periodo adecuado de sueño y la constancia te harán alcanzar los resultados deseados.