Los deportistas se preparan durante años para los Juegos Olímpicos, pero no lo hacen solo para demostrar que son los mejores, sino para gritarle al mundo que están luchando por su país y hasta por su propia libertad. Yusra Mardini es una prueba de ello.
Cuando ella y su hermana salieron de Siria junto a 18 personas, el motor de la pequeña embarcación en la que viajaban se descompuso y quedaron varadas en medio del mar Egeo. Ambas tuvieron que lanzarse al mar para salvar sus vidas y también la de quienes viajaban con ellas. Esto es todo lo que Yusra tuvo que vivir para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Yusra solo quería una mejor vida
La situación que se vive en Siria obligó a Yusra y a su hermana a abandonar el país en el 2015. Ellas solo querían tener una mejor calidad de vida, por lo que, junto a 18 personas, planearon la manera de escapar. Consiguieron un pequeño bote que, por desgracia, se descompuso justo cuando se encontraban en el mar de Grecia. Ella y su hermana eran las únicas que sabían nadar, así que sin pensarlo se lanzaron al agua y nadaron empujando el bote durante más de tres horas. Cuando finalmente llegaron a tierra supieron que todo había terminado. Durante una entrevista para la Agencia de la ONU para los Refugiados, Yusra explicó sus razones para salvar a las personas que viajaban en la embarcación.
Si me iba a ahogar, al menos lo haría sintiéndome orgullosa de mí y de mi hermana.
Fue la abanderada de la Delegación de Refugiados
Desde el 2016, el Comité Olímpico determinó que las personas que no pueden representar a su país, debido a diferentes conflictos internos, pueden hacerlo entrando en el equipo de refugiados. Este año, el grupo se formó por 29 atletas de todo el mundo, entre ellos Yusra.
No hablamos el mismo idioma y somos de diferentes países, pero la bandera Olímpica nos une a todos y ahora estamos representando a 60 millones alrededor del mundo. Estamos muy felices juntos como equipo.
– Yursa en los juegos de Río de Janeiro.
Ya hizo su debut en Tokio 2020
Todo el mundo fue testigo de su talento para la natación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y ahora, durante la justa de Tokio 2020, regresó para demostrar las grandes habilidades que tiene. La atleta ya saltó a la piscina y logró clasificar por una medalla en la prueba de 100 metros estilo mariposa, terminó en tercer lugar de su propia marca con un tiempo récord de 1:06, quedando solo cinco segundos debajo de la ganadora y a casi 10 del récord de la sueca Sarah Sjöström.
Sin duda, su historia quedó para siempre en la memoria de todos, pues salvar a 18 personas la convierte en una superheroína.