¿Cuántas veces no hemos despertado en plena madrugada, interrumpiendo nuestro sueño? Varios estudios demuestran que una de las posibles causas es que se incrementa el nivel de la hormona del estrés. Sabemos que el ritmo de vida actual es muy estresante y todo el tiempo corremos de un lado a otro tratando de cumplir una agenda muchas veces saturada de actividades que apenas nos dejan respirar.
Cuando el cuerpo se expone a periodos largos de tensión, el hipotálamo emite una alarma que hace que las señales nerviosas indiquen al cuerpo que libere sustancias como la adrenalina y cortisol, hormona que tiene un efecto negativo sobre la memoria y la productividad.
En dosis moderadas, el cortisol tiene efectos positivos sobre el organismo, como ayudar a controlar la presión arterial y el sistema inmune, así como a equilibrar el efecto de la insulina para mantener el nivel adecuado de azúcar en la sangre.
Pero no dormir bien tiene otro tipo de repercusiones: aumenta el riesgo de retención de líquidos, vuelve más lento el metabolismo y provoca una sensación de fatiga. Para reducir la producción de cortisol existen varios métodos que pueden ayudar y aquí te presentamos algunos de ellos.
1. Haz ejercicio
Pocas cosas pueden aliviar tanto el estrés como ejercitarse con regularidad, además ayuda a fortalecer la masa muscular y a producir sustancias como la dopamina y la serotonina que ayudan a reducir la depresión y ansiedad.
2. Evita la luz
La luz afecta de manera directa nuestro reloj biológico, y estar expuestos de manera constante a las brillantes pantallas de aparatos electrónicos no ayuda a relajarse, y por ende a conciliar el sueño.
3. Hidrátate
Asegúrate de beber al menos 8 vasos de agua al día para mantenerte hidratada durante todo el día, y así mantener los niveles de cortisol bajo.
4. Medita
Estar relajada es la mejor forma de reducir los niveles de cortisol en el cuerpo. Para ello puedes ayudarte con ejercicios de respiración y música suave que te conduzca poco a poco a un estado de tranquilidad.
5. Consume suplementos y plantas
Minerales como el magnesio, cromo, zinc, las vitaminas del complejo B, los antioxidantes y plantas como la hierba de San Juan, la avena y manzanilla ayudan a reducir el estrés.