Un donante de esperma, que tuvo 15 hijos, omitió decirle a las madres que padece del síndrome X frágil, una condición hereditaria causante de problemas de aprendizaje y retraso en el desarrollo.
El hombre identificado como James MacDougall, de 37 años, ha sido llamado por una jueza del Tribunal de Familia de Reino Unido por haberse aprovechado de la vulnerabilidad de estas mujeres y su fuerte deseo de tener hijos.
MacDougall publicó sus servicios como donador de esperma en una red social para mujeres lesbianas que buscan tener hijos. Aunque su intención solo era ayudar y no obtener dinero, esta vía no fue la más legal, pues sabía que no podía “ayudar” a otros por medio de una clínica establecida debido a que tiene síndrome X frágil.
Además de estos previos conocimientos, el hombre habría firmado un acuerdo con sus clientas en el que establecía no querer ningún tipo de contacto con los niños. Sin embargo, más tarde solicitó ante tribunales órdenes para pasar tiempo con cuatro de sus 15 hijos, algo a lo que tres de las madres se han opuesto rotundamente.
La jueza del Tribunal de Familia de Reino Unido, identificada como Derby, dijo que las mujeres fueron irresponsables al usar a MacDougall como donante de esperma sin hacer las averiguaciones adecuadas sobre su historial de salud. Además, la condición médica sí fue mencionada en al menos dos de los acuerdos legales firmados por ellas. Sin embargo, estos no contaban con una explicación adecuada de las consecuencias y los términos en que estaba redactado eran poco entendibles.
El documento de tres páginas con espacio muy reducido en un lenguaje muy legalista que es difícil de leer incluso para un abogado. Aunque el acuerdo se refiere al síndrome X, [MacDougall] no tomó medidas para explicar la condición a [las mujeres] ni para asegurarse de que entendieran. [Él] aprovechó la vulnerabilidad de estas jóvenes y su fuerte deseo de tener hijos.
Este hecho de no asumir la responsabilidad de su propia condición y de tener una preocupación aparente por el impacto a largo plazo tanto en las madres como potencialmente en los niños, es un factor para concluir que [él] no debe tener la responsabilidad parental de los niños ni debe seguir donando esperma.
Por otra parte, el médico de uno de los menores ha mostrado gran preocupación por el desarrollo del niño, quien a sus tres años de edad no logra hablar y tiene un “comportamiento desafiante”.
Debido a las consecuencias e irresponsabilidad de sus actos, la jueza determinó revelar la identidad de MacDougall para evitar que otras mujeres caigan en sus engaños. Al hombre también se le denegó la convivencia que había solicitado con los menores y se le prohibió solicitar una orden judicial para rebatir su veredicto durante los próximos tres años.