Las mujeres son tan diferentes pero tienen algo en común: el ciclo menstrual, proceso que a todas afecta por igual, y aunque hay variaciones en la duración no están exentas de experimentar cambios de humor, dolor abdominal, cólicos, entre otros molestos síntomas.
Por mucho tiempo se ha dicho que solo durante el sangrado ocurren estas alteraciones en el cuerpo; no obstante, estudios recientes afirman que todo el mes se está en constante evolución. Ahora será más fácil entender por qué días antes del periodo las emociones se alborotan.
Según la descripción que la obstetra y ginecóloga en Beverly Hills Suzanne Gilberg-Lenz hace al sitio HealthySELF, el ciclo menstrual está dividido en cuatro fases: menstrual, folicular, de ovulación y lútea, las cuales implican modificaciones en el humor debido al desbalance de las hormonas sexuales, estrógeno y progesterona, pues agrandan el útero y prácticamente lo preparan para un posible embarazo.
El ciclo menstrual regularmente dura de dos a siete días, cada 21 y 35 días, dependiendo de cada mujer; tiene que ver con el estilo de vida, dietas, actividad física, etcétera. Es indispensable llevar un registro de cada ovulación para descartar problemas de salud o un embarazo.
Para tener más clara esta fase, Karen Faith Berman y Jean-Claude Dreher, del Instituto Nacional de Salud Mental en Estados Unidos, examinaron la actividad cerebral de 15 mujeres por medio de Resonancia Magnética Funcional (RMFI) durante una prueba típica para evaluar su sistema de recompensa.
Las mujeres tenían que decidir si ponían el dinero en el juego virtual de tragaperras, el premio eran 20 dólares o nada, pero dependía de la máquina. La prueba se realizó durante las fases folicular y lútea (durante el sangrado), cuando existe una mayor reactivación de su sistema cerebral debido a que en la primera mitad del periodo el estrógeno actúa como incentivo pues las mujeres en las que aquel predomina la activación del circuito de recompensa es mayor; por el contrario, cuando la progesterona está presente la activación se reduce.
La primera semana del mes las defensas y energía recaen, mientras el flujo sanguíneo libera de toxinas y líquidos retenidos antes de que comience el proceso; la semana siguiente es todo lo contrario, los niveles de energía se propagan y generan buen humor, en esta etapa el cabello y la piel se ven radiantes, la libido aumenta y los orgasmos son más frecuentes.
Cuando comienza la segunda fase de la menstruación, es decir, la tercera semana, todo lo anterior inicia a desvanecerse y se siente debilidad, se reseca la piel, el apetito aumenta y hay nerviosismo; es recomendable hacer ejercicio ya que subir de peso es muy fácil. La cuarta pero no menos importante fase, debido a la retención de líquidos, llega con hinchazón, pesadez, angustia y decaimiento físico, y de nuevo comienza el sangrado.
Recomendaciones indican que ante cualquier cambio o molestia anormal es necesario acudir al doctor para ponerle fin al problema y malestares ocasionados. Cada mujer es diferente y, por lo tanto, requiere distintos cuidados.