La diabetes, cualquiera de los dos tipos, es una de las enfermedades más comunes en México, país donde la población presenta niveles elevados de glucosa en la sangre, lo que ocasiona problemas graves en los ojos, riñones, sistema nervioso, además de enfermedades cardiacas.
En los peores casos, debido a la neuropatía (afectación de los nervios que componen el sistema) las extremidades -principalmente los pies- pueden sufrir falta de sensibilidad, por lo que dolor y lesiones pasan desapercibidos hasta el punto de provocar una amputación.
Afortunadamente, alumnos del Centro de Estudios Superiores de Tepeaca en Puebla descubrieran los beneficios que la miel ofrece: no cura el pie diabético pero sí acelera la cicatrización y evita las úlceras. Este descubrimiento lo aplicaron en un parche producido con la cera de abeja y, en teoría, minimiza los problemas que la piel padece a causa de la diabetes. La materia prima -miel- es cultivada y tratada por los mismos investigadores y luego pasa por un estudio bacteriano.
El tratamiento consiste en desinfectar la herida y quitar la necrosis (partes muertas de la piel), luego se coloca triaconatol, aceite proveniente de la ceras vegetales como la de abeja, el cual actúa como estimulante de crecimiento. En el caso de la miel, es un antiséptico que evita la infección, al igual que el ajo, además de ser un desinfectante y estimular la regeneración de células, explica el doctor Armando Acevedo, encargado del caso.
En la investigación participaron 15 personas con heridas por diabetes. Las heridas de seis pacientes tuvieron resultados exitosos; a su vez, dos abandonaron el tratamiento y otros dos participantes continúan con el mismo a la espera de ver efectos positivos.