Las extensiones de pestañas y los esmaltes permanentes (gelish) son métodos de belleza muy utilizados por las mujeres para verse bien… pero causan graves problemas para la salud.
Dermatólogos afirman que cada vez son más frecuentes las consultas de pacientes que sufren reacciones alérgicas en la piel por recurrir a los mencionados procedimientos estéticos, que usan sustancias químicas derivadas del petróleo (acrilatos):
Los acrilatos son materiales sumamente versátiles y tienen innumerables aplicaciones. Sin embargo, desgraciadamente, también son sustancias capaces de causar sensibilización con alta frecuencia, por lo que su uso debería reservarse a algunos fines muy concretos y bien justificados.
Testimonios aseguran que desde el momento en que el pegamento con el que se añaden las extensiones de pestañas se pone en contacto con el párpado inician las molestias, aunque no siempre son inmediatas:
Noté que me picaba mucho el párpado y al día siguiente que desperté casi no podía abrir el ojo. Tuve que retirarme las extensiones por prescripción médica e incluso dejar de utilizar maquillaje en esa zona por el momento; incluso, había días en los que me mareaba y sentía náuseas.
En el caso de los esmaltes permanentes, la reacción alérgica se manifiesta con la pérdida de brillo y fragilidad en las uñas así como la aparición de hongos y bacterias. Es necesario dar a conocer que en ocasiones la alergia se produce en otra zona diferente a la que se aplicó el pegamento o el esmaltado en gel, punto que dificulta el diagnóstico.
Los kits caseros que se adquieren a un precio bajo en comercios o por internet son otro factor de riesgo, ya que en casa es más fácil que los productos se contaminen.
Los expertos consideran necesario regular el uso de estos productos para evitar situaciones que expongan la salud y la vida de quienes recurren a ellos, así como acudir a expertos para una aplicación adecuada.