En muchas ocasiones el estrés puede causar alergias, una de las más comunes es la dermatitis; pero también la rinitis podría estar relacionada con factores psicológicos como el estrés y la ansiedad.
La rinitis es la alteración inflamatoria de la mucosa de la fosa nasal, a menudo puede presentarse con secreción nasal, cosquilleo y escozor -que en ocasiones puede extenderse a toda la cabeza-, estornudos y a veces hasta conjuntivitis.
Aunque el origen de la rinitis puede ser diverso, como una infección, alergia o cambios bruscos de temperatura, en otras ocasiones podría estar relacionada con la ansiedad y agentes emocionales que derivan en un estímulo desencadenante.
Unal, Berksun, Kinikli y Kaya realizaron en 1991 una muestra de 23 pacientes alérgicos y 25 sujetos sanos, en el que una mayor parte de los alérgicos tenía síntomas de ansiedad.
En un estudio posterior (1995) que analizó a 177 pacientes infantiles externos de un hospital, y se concluyó que la rinitis alérgica tiene relación con la ansiedad, además de que las emociones eran potenciadas en aquellas personas que han presentado el padecimiento por más tiempo.
Por su parte, la rinitis alérgica se manifiesta a través de estornudos, congestión nasal, tos, picazón de ojos, orejas, nariz y garganta, muchas veces a causa del polen existente por las estaciones del año, sobre todo en primavera. Para aliviar los síntomas en este caso, se recomiendan sprays nasales, así como inyecciones específicas para que el organismo pierda sensibilidad ante el polen.
Este padecimiento puede aparecer además por cuestiones ambientales como el polvo, smog, tabaquismo pasivo e incluso olores fuertes como el caso de los perfumes.
Los cambios climáticos pueden de igual forma originar rinitis, la humedad ocasiona que las membranas dentro de la nariz se inflamen. Mientras que otros factores, como el consumo de picante, comida caliente y bebidas alcohólicas, pueden hacer que la nariz se inflame y exista congestión nasal.
Medicamentos como Aspirina, ibuprofeno y otros indicados para la presión alta son factores comunes de la rinitis no alérgica, al igual que condiciones fisiológicas como el embarazo, menstruación, consumo de anticonceptivos orales, hipotiroidismo, e incluso dormir boca arriba.