Existe una bebida ideal para el tiempo de calor que puede disfrutarse en la playa, en la terraza, en el patio o en un bar; con amigos, familiares o en solitario; cuando hay un festejo o -¿por qué no?- un corazón roto; también es una buena acompañante… la cerveza.
Un estudio publicado en The Lancet afirma que existe una dosis adecuada de cerveza que se puede consumir sin afectar al organismo. La investigación concluye que no se deben superar entre los 300 y 450 mililitros de cerveza en hombres y 300 mililitros para la mujer (algo así como una lata). Esta cifra solamente aplica si de cerveza se trata, ya que las cantidades varían según el tipo de bebida y el alcohol que contienen.
La teoría es respaldada por el Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, según lo explica el doctor Jesús Román Martínez:
La cantidad moderada de cerveza se calcula de 300 a 450 mililitros diarios de esta bebida para un hombre y de hasta 300 mililitros para una mujer. Todas las cervezas son adecuadas cuando se consumen responsablemente y de forma moderada, adecuada a nuestras condiciones vitales.
Aunque hay quienes dicen que el consumo moderado de este líquido ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, mejora la salud en los huesos o es bueno contra la obesidad, cada año se producen tres millones de muertes en el mundo por alcoholismo, según la Organización Mundial de la Salud.
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Northwestern (Illinois, EE. UU.) reveló el porqué muchas personas generan un gusto por la cerveza. La respuesta está en la sensación física que produce.
Luego de analizar a 336 mil personas y sus preferencias ante bebidas como café, té, vino tinto, cerveza y jugo, llegaron a la teoría de que las bebidas amargas crean una adicción por su producción de sustancias que son bien recibidas por el cerebro, lo que provoca que se prefieran por encima de otras.