Una nueva alternativa para tratar el cáncer está arrojando resultados positivos a lo largo y ancho del mundo; es un tratamiento consistente en estimular al sistema inmune a fin de que este combata las células cancerosas del cuerpo.
Específicamente en México, recientemente fue conocido el caso de éxito de Isolde, una mujer a la cual se le habían detectado seis tumores en diferentes partes del cuerpo y la presencia del cáncer de piel más agresivo: melanoma, en su etapa terminal.
El diagnóstico era determinante: no más de tres meses de vida. “Los tumores que yo tenía no eran operables. Ni la quimioterapia, ni la radiación podían ser opción porque son paliativos, porque el melanoma es muy agresivo y no reacciona. Ya no había prácticamente nada que hacer”, declaró esta mujer en entrevista con Noticieros Televisa. Pero los médicos del Instituto Nacional de Cancerología decidieron probar con una nueva alternativa aún en investigación, la inmonoterapia.
Esta estrategia contra el cáncer fue desarrollada por el estadounidense James P. Allison y el japonés Tasuku Honjo, quienes, por sus investigaciones y resultados acerca de proteínas que actuaban como freno para el sistema inmune y cómo liberarlo, obtuvieron el Premio Nobel de Fisiología en el 2018.
Aunque se ha observado mayor efectividad al combinar la inmunoterapia con algunos de los tratamientos tradicionales, como la radiación o la quimioterapia, esta opción ha resultado una revelación que implica menor toxicidad para el cuerpo y es efectiva en cánceres de difícil tratamiento, como los alojados en los pulmones y el hígado.
La inmunoterapia logra que el sistema inmune luche contra los tumores que desarrolla el cuerpo, evitando atacar las células sanas, lo cual no ocurre con tratamientos como la quimioterapia. Allison descubrió que una proteína conocida actúa como un freno para que los linfocitos T sean activados para proteger las células; Honjo encontró a su vez la acción de otra proteína sobre los linfocitos T, con un mecanismo diferente y la forma de bloquearla para potenciar la acción del cuerpo para luchar con el cáncer.
Hoy, a dos años de distancia del inicio de su tratamiento, que es administrado por vía intravenosa -ella recibió un total de 35 inyecciones en este período-, Isolde ha logrado la remisión total del cáncer, “los tumores se fueron disolviendo, desapareciendo”, dice la paciente.
Acceder a este tratamiento puede costar hasta 180 mil pesos al mes, por lo cual algunos pacientes acuden a centros médicos con investigaciones activas acerca del tratamiento, a fin de poder someterse al mismo sin costo y, a la vez, ser colaboradores en los estudios e investigaciones que aún se realizan para saber más de su efectividad.