El uso prolongado de medicamentos para contrarrestar la acidez estomacal -tan populares como el omeprazol, esomeprazol o lansoprazol- podría ser un factor de riesgo para padecimientos tan graves como cáncer de estómago, insuficiencia renal o incluso muerte por enfermedad cardiaca.
Con anterioridad se había advertido una relación entre estos medicamentos y el riesgo de presentar deficiencia de vitamina B-12, lo cual puede provocar complicaciones graves e irreversibles como demencia, desorientación, daño neurológico y anemia, si no se trata adecuadamente.
Un nuevo estudio realizado entre más de 200 mil veteranos estadounidenses reveló que los medicamentos conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP), generalmente vendidos sin receta médica, aumentan los riesgos de diversas enfermedades y la muerte prematura.
Aunque los IBP proporcionan un alivio inmediato a diversas molestias gastrointestinales como reflujo, ardor y acidez estomacal, su uso indiscriminado y constante aumentó el riesgo de muerte de 63 a 71 por ciento en los pacientes que los usaron al menos un año, en comparación con los que lo hicieron solamente por algunos meses.
Ziyad Al-Aly, principal investigador del estudio, dijo que inicialmente muchas de las personas consumidoras de IBP no tenían necesidad documentada de tomarlas, lo que representa un riesgo sin beneficio alguno a cambio.
Igualmente, detalló que el uso de este tipo de medicamentos se relacionó con un riesgo aproximadamente mayor de muerte cardiovascular en un 18 por ciento; asimismo, se asoció con enfermedad renal crónica y cáncer de tubo digestivo superior.
La Universidad de Hong Kong y el College London University detectaron en una investigación con más de 63 mil participantes que los IBP generan un empeoramiento de la atrofia gástrica, particularmente en quienes han desarrollado la Helicobacter pylori, generándose un cáncer gástrico, ante lo que recomendaron precaución a los médicos que prescriben IBP a largo plazo.