Las proteínas son un componente elemental para las funciones corporales, debido a que están implicadas en tareas como la reparación de las células y determinar la velocidad del crecimiento.
Los bebés tienen necesidad de proteínas y para el pediatra alemán Berthold Koletzo una deficiencia de proteínas limita el crecimiento y desarrollo del bebé, además de que aumenta el riesgo de desnutrición y de aparición de múltiples trastornos relacionados con el funcionamiento cerebral.
¿Qué son las proteínas?
Las proteínas están formadas por aminoácidos, los cuales están unidos entre sí en una secuencia; son una especie de ladrillos con los cuales se construyen las células, y tienen funciones como la regulación de enzimas y el transporte de nutrientes.
Hay dos tipos de aminoácidos: los esenciales, que se deben obtener a través de la alimentación porque no los produce el cuerpo, y los no esenciales que son los que el organismo produce a partir de otras proteínas.
Funciones en el cuerpo
Las proteínas son pilares en la construcción y renovación de los tejidos y las células. Son como mensajeras químicas que también actúan como fuente de energía y transportan oxígeno y hierro.
La justa medida
Es importante que los bebés consuman proteínas a través de la leche materna, ya que contiene los nutrimentos que necesita, y que conforme crezca, sea complementado con una alimentación adecuada.
Es importante destacar que el consumo excesivo de proteínas se traduce muchas veces en una alta incidencia de intelectualidad reducida, diabetes infantil, altera la flora intestinal y a largo plazo puede tener efectos en la función renal, por lo que se recomienda que los lactantes tomen de 1.6 a 2.2 gramos por kilo de peso, y en niños la cantidad es de 1 a 1.2 gramos por kilo de peso al día.