No cabe duda de que debemos estar alerta y poner atención a los síntomas que nos manda nuestro cuerpo, pues a una mujer que padecía eructos frecuentes le llevó algún tiempo acudir al médico, pero cuando por fin lo hizo terminó diagnosticada con un avanzado cáncer.
Esta noticia fue impactante para la joven de 24 años, ya que siempre había hecho lo posible por llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio. Sin embargo, está decidida a luchar con todas sus fuerzas para vencer la enfermedad.
Así como cualquier joven de Florida, Bailey McBreen llevaba una vida normal, era enfermera y trataba de cuidar su alimentación y hacer ejercicio de forma regular, pero todo cambió cuando comenzó a eructar hasta 10 veces al día. Al principio, esto no se alarmó, pero pronto estos eructos venían acompañados de reflujo ácido y calambres estomacales insoportables, por lo que, según el New York Post, acudió al médico y el resultado fue devastador.
Realmente fue una experiencia extracorpórea. Nunca en un millón de años pensé que cualquier síntoma vago que tuviera fuera en realidad cáncer de colon en etapa 3. Recuerdo que lo primero que pude decir fue: ‘No estoy lista para morir’.
Los médicos le explicaron que el cáncer estaba obstruyendo poco a poco su intestino y debido a ello, la comida se quedaba atrapada por encima del tumor, lo que terminaba por generarle el reflujo y los eructos excesivos. Sin embargo, Bailey aún no puede creer que sus simples eructos le estaban avisando sobre una enfermedad prácticamente terminal.
Nunca pensé que podría estar relacionado con una enfermedad tan horrible. No sé si alguna vez procesaré por completo el hecho de que me hayan diagnosticado un cáncer tan agresivo y en etapa tardía. Todo el viaje ha sido una montaña rusa de emociones. Mi diagnóstico ha impactado mi vida en todas las formas posibles que te puedas imaginar
Me comprometo a realizar todo lo que humanamente pueda hacer para combatir esta enfermedad. Por ahora, todo lo que me importa es pasar tiempo con mi familia, comer sano, practicar mi fe y rodearme solo de mi grupo principal de amigos. La vida es demasiado corta para estar constantemente complaciendo a la gente y haciendo cosas que no te hacen sentir satisfecho.
Bailey ha querido contar su historia para que otras personas tomen conciencia y acudan a revisarse, pues antes de su diagnóstico, ella se consideraba una mujer completamente saludable.