¿Sabías que hay dietas para adelgazar que en lugar de ayudar, pueden perjudicar gravemente a tu cuerpo? De acuerdo con el US News & World Report y el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, las peores dietas son las que no cumplen con la facilidad en su seguimiento, su capacidad para producir pérdida de peso a corto y largo plazo, su integridad nutricional, su seguridad y su potencial para prevenir y controlar la diabetes y las enfermedades del corazón.
Las dietas menos aconsejables son muy restrictivas, incompatibles con la vida social y prometen perder mucho peso en poco tiempo, además de servirse de la imagen de alguna famosa. Además carecen de sustento científico y suelen recurrir a productos naturales, atribuyéndoles poderes milagrosos. Según el análisis de estos expertos, estas serían las dietas menos indicadas para adelgazar:
1. DASH (enfoques dietéticos para detener la hipertensión)
El plan de alimentación consiste en reducir notablemente el consumo de carne roja, dulces y azúcares añadidos como el que contienen las bebidas, zumos y galletas. Además, hace hincapié en un mayor consumo de frutas, hortalizas y lácteos sin grasa o con bajo contenido de grasa. También incluye cereales integrales y sus derivados (pan, arroz y pasta) y como alimentos proteicos el pescado, aves como el pollo y el pavo, y frutos secos. Sus inconvenientes radican en el alto contenido en potasio y en el consumo de proteínas no recomendables para personas con problemas renales.
2. La dieta mediterránea
Se caracteriza por la abundancia de alimentos vegetales, como pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; el empleo de aceite de oliva como fuente principal de grasa; un consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos (yogur, quesos) y huevos; el consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas y aportes diarios de vino consumido generalmente durante las comidas. Sus desventajas son que la mayoría de los productos se obtienen posterior a sus procesos de industrialización y pierden propiedades naturales, además el tamaño de las raciones no va de acuerdo con las necesidades calóricas.
3. Paleo
Se trata de una dieta en la que solo se consumen alimentos que los antepasados de los hombres, los neandertales, consumían, y todo lo demás como lácteos, granos, azúcar, legumbres, aceites procesados, sal, café y alcohol quedan fuera. Aún y cuando una dieta con menos azúcar, sal y alimentos procesados es buena idea, este tipo de régimen genera deterioro del cuerpo ya que se suprimen elementos como el calcio, es poco balanceado y nada práctico.
4. Whole30
Es una versión extrema de la paleo, su idea central es que existen ciertos alimentos tales como el azúcar, los granos, los productos lácteos y las legumbres que tienen un impacto negativo en su salud y estado físico, por lo que se quita por 30 días, esos alimentos que se comen más habitualmente. Los contras para esta dieta son las restricciones alimenticias, el bajo consumo en calcio, vitamina D y otros nutrientes, además que puede ser más costosa por los productos que se consumen.
5. Dukan
Variante de la dieta cetogénica, Atkins y Scardale. Se basan en el consumo masivo de proteínas y aunque se consigue la disminución de peso en corto plazo, causa desnutrición proteica, déficit en vitaminas y minerales, producción de toxinas y trastornos de la conducta alimentaria, favoreciendo el rebote. Es un método que, según los expertos, puede fomentar el riesgo de padecer ataques cerebrovasculares o cardíacos. Otros efectos adversos serían el estreñimiento, mal olor de sudor y aliento o dolor de cabeza y el hecho de que da lugar a un aumento de los niveles de cortisol en la sangre, hormona que en exceso produce sensación de estrés y ansiedad.
6. Pastillas quemagrasas
Ya ha advertido sobre los efectos adversos de las “pastillas milagro” que se toman sin prescripción médica con el fin de perder peso, absorber grasas, suprimir el apetito o acelerar el metabolismo.
7. Teatoxing o dieta depurativa con té
Defiende el consumo de té con fines depurativos y promete una pérdida de peso rápida. Esta dieta no aporta proteínas, ni grasas, por lo que la pérdida de peso que se produzca será principalmente de agua y masa muscular. La sensación de mareo y debilidad, la falta de vitalidad y el efecto rebote posterior convierten a esta dieta en peligrosa.
8. La dieta de los zumos verdes
Se les ponen nombres como anti-estrés, antiaging, anti-celulitis o detox y se les atribuyen beneficios para el control de la presión y del colesterol, la salud de la piel y el hígado. Se basa en batidos compuestos de verduras y hortalizas, mezcladas con alguna fruta. Sin embargo, son una moda peligrosa pues al ingerirlas trituradas omitimos la masticación y la insalivación, una parte del proceso digestivo que puede influir en el efecto de saciedad y acentuar la sensación de hambre. Se trata de un planteamiento incompleto e insostenible en el tiempo que puede conducir a la pérdida de masa muscular o hipervitaminosis.
9. Clean eating o la moda de los alimentos “limpios”
El primer problema es que la subjetividad y dificultad en definir qué alimentos pueden ser considerados “limpios”. Algunos excluyen los lácteos, otros los cereales y los alimentos procesados y otros los que tienen gluten o azúcar añadida. Esto hace que una persona pueda acabar no solo con una dieta extremadamente restrictiva sino también con problemas psicológicos y trastornos de la alimentación, como la ortorexia, una obsesión por la comida sana.