Si últimamente has observado que tu gato está un poco estresado, malhumorado o está engordando, podrías encontrar la explicación analizándote tú misma.
Efectivamente, según la investigación realizada por las universidades de Nottingham Trent y la de Lincoln, el comportamiento y salud de los gatos podría reflejar fielmente la personalidad de sus dueños.
Sucede que al igual que la personalidad de los padres puede afectar la personalidad de los hijos, los gatos pueden ser influidos por su cuidador o dueño, ya que para muchos estas mascotas se convierten en un integrante más de la familia.
De ahí que suene lógico que un humano pueda transmitir rasgos de personalidad, como extroversión, neuroticismo y agradabilidad, a su gato. Por cierto, la investigación observó especialmente el dato de personas con mayor nivel de neurosis que presentaron más problemas de comportamiento, como ansiedad, miedo o agresividad, además de exceso de peso.
En el estudio se analizaron los casos de tres mil 331 personas y sus gatos, encontrándose por primera vez un claro paralelismo con la relación padre-hijo y los resultados de bienestar asociados con los niños.
Así que si estás teniendo problemas con tu pequeño amigo felino, podría no deberse a las características que siempre se les han atribuido a los gatos: que son fuertes, independientes y hasta un tanto egoístas, sino que podría estar reflejando lo que pasa en tu vida. Analízalo.