Los síntomas más frecuentes en un embarazo son la falta de memoria, de concentración y la sensación de aturdimiento, que generan pequeños lapsos de torpeza. Además, se presentan diversos cambios corporales que pueden provocar tropiezos y caídas.
A la unión de estos síntomas de torpeza se le conoce como cerebro de embarazada. Este fenómeno reduce la capacidad cognitiva y hace que las mujeres en estado de gravidez se sientan desconcentradas, distraídas, ausentes y perdidas en cualquier actividad.
En un estudio publicado por el Medical Journal de Australia, y realizado por la Deakin University, se analizó a mil 200 mujeres embarazadas y se descubrió que todas experimentaron una disminución significativa en su coeficiente intelectual durante el embarazo, como producto de una reducción en la materia gris del cerebro.
La profesora Byrne comentó que existe una teoría que indica que el cerebro puede estar desviando recursos hacia otras tareas más importantes, las cuales están relacionadas con el embarazo y por eso deja a un lado las que tienen menos relevancia.
La razón por la que las mujeres embarazadas tienen una reducción de la materia gris es porque posiblemente están reservando esas zonas (cerebrales) para pensamientos más importantes, los cuales están relacionados con la crianza de los hijos y el apego hacia ellos. El estudio aún no es concluyente y todavía hay más investigaciones por llevar a cabo.