Seguramente te ha pasado que cuando terminas una relación o tienes el ánimo por los suelos, pones el playlist más triste que encuentras en las plataformas musicales. Algunos piensan que esto es echarle sal a la herida o pecar de masoquista, pero esas teorías podrían estar muy alejadas de la realidad, de acuerdo con una investigación de la Universidad Libre de Berlín, en Alemania.
Los psicólogos que la llevaron a cabo comprobaron que escuchar canciones tristes puede ser benéfico para las emociones, luego de estudiar a 772 personas, quienes respondieron un cuestionario sobre qué tan seguido escuchaban música melancólica, las situaciones que los orillaban a hacerlo y las emociones que les provocaba esta acción.
Los resultados arrojaron que la música triste produce nostalgia en el 76 por ciento de los casos, seguida por la tranquilidad, con un 57.5 por ciento, emociones que son saludables y que ayudan a sentir bienestar.
Los encargados del estudio -publicado en la revista científica PLOS ONE y encabezado por Liila Taruffi- afirmaron que “escuchar música triste es un consuelo y ayuda a regular los estados de ánimo negativos”:
Al escuchar este tipo de música, los pacientes pueden sentirse identificados y comprendidos, incluso en ausencia de un vocabulario emocional específico. Esta conexión empática entre la música y el paciente puede ayudar a aliviar la angustia y al progreso de la terapia.
Un estudio dado a conocer en la revista Scientific Reports reveló que el llanto que se produce al escuchar canciones tristes ayuda a mejorar el humor de las personas.
Un total de 154 participantes fueron cuestionados sobre qué tipo de reacciones experimentaban al oír música -escalofríos, temblores ligeros, llanto o un nudo en la garganta-; posteriormente se les dividió en dos grupos: los que sentían escalofríos y los que lloraban.
Luego se les dio una lista con seis canciones de diferente género y ritmo para que, mediante un control computarizado, señalaran el grado de placer y la emoción que les generaban, dando como resultado que las personas que lloraban ante una canción triste lograban serenarse y respirar profundamente:
Estos resultados muestran que, en efecto, hay un cierto placer asociado a llorar. La tristeza es calmante, es como una catarsis natural que ocurre en el organismo.
Otra investigación realizada por la Universidad de las Artes de Tokio y el Instituto de Ciencias del Cerebro de Japón descubrió que escuchar música triste provoca una emoción romántica que es buena para la sensibilidad de las personas. En un análisis a 44 personas, concluyeron que las canciones que hablan de tristeza alivian las emociones negativas:
La emoción experimentada por la música no tiene ningún peligro directo o daño, a diferencia de la emoción experimentada en la vida cotidiana. Por lo tanto, se puede incluso disfrutar de las emociones desagradables como la tristeza. Si sufrimos de emoción desagradable provocada por la vida diaria, la música triste puede ser útil para aliviar las emociones negativas.