Si alguna vez después de burlarte de tu mejor amiga te has sentido culpable y deseas regresar y pedirle perdón, ¡no lo hagas! Esta forma de tratarla no significa que la odies, sino que buscas lo mejor para ella y deseas que sea exitosa en la vida.
De acuerdo a un estudio realizado por Belén López-Pérez de la Universidad de Plymouth, hay dos tipos de malos tratos: el primero es por razones negativas, igual y estás pasando por un mal día y por eso tratas mal a las personas o porque quieres herir a alguien de forma intencional.
El segundo se centra en el acto de empeorar el humor de esa persona por razones altruistas. Aunque parezcas la mamá de tu mejor amiga, pidiéndole que se peine o que se maquille, insistiendo en que no use una blusa horrible o exigiéndole que coma, solo lo haces por amor a ella y quieres que sea mejor.
Pudimos identificar varios ejemplos del día a día donde este era el caso, por ejemplo, inducir miedo de fallar a un ser querido que no está estudiando para un examen importante.
Cuando tus padres te llaman la atención no les haces caso porque son tus padres y por eso no los escuchas. Pero cuando se trata de un amigo, pones más atención a su crítica.
De acuerdo con este estudio, la personas que son malas con sus seres queridos por razones altruistas son mucho más empáticos y desean que sus amigos sean exitosos y cumplan sus metas en la vida.
Así que no te sientas mal por ser honesta y decirle lo que piensas, solo intentas ayudar, pero recuerda, que no se te pase la mano ¿ok?, es para que tu amiga sea feliz y tú demuestres cuánto la quieres.