Si eres una de las chicas que trabajan atendiendo clientes, sabrás que a veces pueden sacarte de quicio porque llegan a ser verdaderamente irracionales. Entonces, el lema aquel que dice: “el cliente siempre tiene la razón”, en algunas ocasiones está muy lejos de la realidad.
Tratar con ellos es difícil. A veces se les olvida que los empleados también son personas con sentimientos y emociones. Sin embargo, ahí estás, tratando de poner una sonrisa y mantener la calma sin saber que fingir tranquilidad podría conducirte a problemas de alcoholismo.
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania y de la Universidad de Búfalo estudiaron los hábitos de bebida de trabajadores que lidian con clientes (empleados de tiendas departamentales, maestros, médicos, etcétera) y encontraron que aquellos que disimulan sus emociones tienden a beber más después del trabajo.
Para llegar a esta conclusión se analizaron los datos de entrevistas que los institutos nacionales de Salud de Estados Unidos hicieron a tres mil participantes para la Encuesta Nacional de Estrés y Salud en el Trabajo:
Fingir sonrisas o suprimir emociones con los clientes está relacionado con beber a causa del estrés del trabajo y sentimientos negativos. No es solo el hecho de sentirse mal lo que los lleva a la bebida, sino que mientras más suprimen las emociones negativas menos control tienen sobre sus hábitos de bebida después del trabajo.
Alicia Grandey, profesora de Psicología.
La razón aún no es del todo clara, pero Grandey cree que se debe a que fingir felicidad frente a clientes enfadosos requiere mucho autocontrol y este se agota una vez que termina la jornada laboral. Aunque es bueno mantener una actitud positiva sin dejar que las situaciones complicadas nos agobien, quizá sonreír todo el día como parte reglamentaria del trabajo no sea tan buena idea como parece.
Según los investigadores, la clave podría estar en la recompensa personal ya que, por ejemplo, las enfermeras tienen que encubrir sus emociones para consolar y calmar al paciente, lo que les da satisfacción. Pero un empleado de un call center raramente volverá a atender al mismo cliente por lo que la tarea le resulta más agotadora.
En primera instancia el alcohol puede volverte desinhibida, eufórica y sociable, efectos aparentemente positivos, pero a la larga tu salud se verá afectada de manera irremediable.
- Problemas cardiovasculares. Dependiendo de los niveles de alcohol que se consuma, la bebida puede aumentar la presión sanguínea al punto de provocar hipertensión.
- Cáncer. Aunque el más común es el cáncer de hígado, también existen riesgos de desarrollar cáncer de mama, de boca y de intestino, y si hay antecedentes de estas enfermedades en tu familia, el riesgo de que puedas padecerla aumenta.
- Sobrepeso. Una lata de cerveza tiene aproximadamente 145 calorías y, además, beber despierta el apetito y hace que comas descontroladamente. Si a esto le agregas que los cócteles están preparados con jugo de piña, naranja y otros aditivos, obtienes como resultado una bomba de calorías.
- Pérdida de memoria. El alcohol causa pérdida neural permanente que se relaciona con la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo, esto se traduce en demencia. Además, produce alteraciones del sueño y del carácter, lo que te volverá una persona difícil de tratar y con una deficiente salud psicológica.