Los libros de la saga Harry Potter -escritos por J.K. Rowling- son entretenidos… ¡Pero eso no es todo! También mejoran rasgos de la personalidad.
Un estudio publicado en Journal of Applied Psychology comprobó que los infantes que leen las historias del niño que vivió son más tolerantes y respetuosos.
Dora Capozza, Dino Giovannini, Sofia Stathi, Elena Trifiletti y Loris Vezzali -autores de la investigación- pidieron a tres grupos (niños de quinto de primaria, estudiantes de preparatoria y universitarios) que leyeran uno de los tomos que conforman la serie de Harry Potter; posteriormente se les puso a debatir sobre tres sectores que son los más señalados y criticados en la sociedad:
Con el fin de proporcionar pruebas rigurosas para nuestras hipótesis, nos enfocamos en tres grupos profundamente estigmatizados: inmigrantes, homosexuales y refugiados.
Los resultados fueron los siguientes:
- Los menores de quinto año cambiaron su manera de pensar hacia la gente de otros países, ya que los relacionaron con la discriminación que sufría Hermione Granger al ser llamada sangre sucia por ser hija de padres no magos (muggles).
- Los otros grupos desarrollaron empatía, pues no estuvieron de acuerdo en la manera de ser del villano de la historia -Lord Voldemort-, quien estaba empeñado en eliminar a los muggles y que el mundo mágico fuera únicamente para los que él consideraba una raza superior (sangre limpia).
Esta teoría va de la mano con una de las frases célebres de Albus Dumbledore -director de Hogwards- en el libro Harry Potter y el Cáliz de Fuego:
Aunque podemos venir de diferentes lugares y hablar en diferentes lenguas, nuestros corazones laten como uno.