Los humanos somos independientes, pero las relaciones moldean nuestra forma de ser y estilo de vida, y nuestra forma de existir es más próspera cuando estamos en sociedad. Muchos filósofos y psicólogos han buscado explicar qué es lo que crea y mantiene los vínculos humanos.
Hace más de 50 años un estudioso de la mente humana, el psicoanalista John Bowlby, formuló la teoría del apego, la cual afirma que la calidad de nuestros apegos tempranos influye profundamente en nuestro comportamiento adulto. Esta afirmación está en auge y diversos expertos en psicología, neurociencia, sociología y educación recurren a ella para explicar algunos fenómenos de conducta. A continuación te explicamos cómo funciona.
Los primeros años de vida
En nuestro primer año de vida ya quedó grabada en nuestra mente una idea sobre cómo pensamos que funcionan las relaciones, basándonos en las experiencias con nuestros padres. Esto es el apego, el vínculo con nuestros progenitores que involucra la calidad de cuidados y seguridad emocional con la que nos criaron. Miriam Steele es la codirectora del Center for Attachment Research en la New School for Social Research, y esto es lo que afirma al respecto:
Si se te brinda un apego seguro, eso es genial, porque entonces tienes la expectativa de que, si estás angustiado, puedes recurrir a alguien en busca de ayuda, además de sentir que puedes ayudar a otros.
Padres distraídos igual a bebés inseguros
Los bebés cuyas experiencias tempranas incluyeron padres distraídos, extremadamente autoritarios, despectivos, poco confiables, ausentes o amenazantes, tienen un apego inseguro y deben trabajar para ganar su seguridad. Las personas con este modelo se sienten atraídas por aquellos que cumplan sus expectativas aunque los traten mal y huyen de lo confiable porque les parece desconocidos. El psiquiatra Amir Levine explora estas conductas de apego y afirma:
Nuestro sistema de apego da preferencia a lo que ve de acuerdo con lo sucedido en el pasado. Es como buscar en Google, que autocompleta con base en lo que buscaste antes.
Esta teoría no define tu destino
Existen programas que ayudan a grupos de alto riesgo, como las madres adolescentes o esposas maltratadas, a cambiar sus conductas de apego y establecer relaciones más seguras. Uno de los más exitosos es el llamado Círculo de Seguridad que brinda su ayuda en 20 países. Estas asociaciones tienen un protocolo que promueve la conciencia en el tipo de apego que tenemos y los comportamientos de sabotaje, te enseñan a equilibrar la vulnerabilidad y la autonomía dentro de una relación.
Estilos de apego
Apego seguro
Este tipo de apego se determinó después de experimentar con miles de bebés y niños que estaban aprendiendo a caminar, se les dejaba solos brevemente y luego su cuidador volvía; es una prueba conocida como situación extraña. Los niños seguros se enojan cuando sus cuidadores se van y los abrazan cuando regresan. Un adulto con apego seguro también busca consuelo y apoyo cuando se siente vulnerable y herido, y actúa de manera recíproca si la situación se revierte.
Apego inseguro ansioso
Estos bebés se molestan cuando sus cuidadores se van y pueden acercarse a ellos cuando regresan, pero no se calman con facilidad, ya que su cuidador ha demostrado ser poco confiable en materia de consuelo en el pasado. En la edad adulta se obsesionan con sus relaciones y son muy dramáticos con el fin de obtener atención. Persiguen a alguien cuando les interesa en términos amorosos en vez de tomarlo con calma.
Apego inseguro evasivo
Estos niños no perciben su propio estrés cuando su cuidador se va y no demuestran interés cuando el cuidador regresa porque están acostumbrados a ser ignorados o rechazados. Pasa también si los padres los han asfixiado con mucha atención. Los adultos de esta categoría tienen problemas para intimar y terminan las relaciones aunque les vaya bien; no devuelven las llamadas y se resisten a hablar de sus sentimientos.
Apego inseguro desorganizado
Estos niños y adultos tienen comportamientos evasivos y ansiosos de manera errática e ilógica. Es la conducta resultante de situaciones donde el cuidador era abusivo y amenazante.
Si quieres saber tu tipo de apego, puedes responder la Encuesta de Estilos de Apego y Relaciones Cercanas o visitar a un psicólogo. La exactitud para evaluaciones de este tipo depende de la habilidad y la capacitación del terapeuta o de la autoconciencia que hiciste para contestar; puedes hacer en varias ocasiones la prueba y tener resultados distintos, porque como seres humanos en continuo desarrollo siempre saltamos de una categoría a otra.
Todo depende del contexto
El profesor de Psicoanálisis del University College London, Peter Fonagy, explica que las personas en las categorías de inseguridad pueden volverse más seguras cuando establecen relaciones con gente segura, y las personas seguras pueden volverse inseguras si están con gente de este tipo.
Necesitas del contexto social para mantener tu sentido de seguridad. Los apegos seguros no consisten en ser una madre o pareja perfecta, sino en mantener la comunicación para reparar las inevitables desavenencias que ocurren. Si el flujo libre de la comunicación es defectuoso, la relación también lo es. Es el desgaste diario de cualquier relación.