Seguramente conoces a una persona que mantiene una relación tóxica, soporta malos tratos, gritos e insultos con tal de no perder a su pareja. Quizá has intentado hablar con ella, pero no hace nada por mejorar su situación y eso te desconcierta.
Probablemente esa persona sufra de anuptafobia, que es el miedo o fobia a no tener pareja o a quedarse solo para siempre. Este padecimiento se da tanto en hombres como en mujeres, siendo estas últimas las más afectadas.
Son codependientes
La fobia puede presentarse a cualquier edad, pero es más frecuente entre los 30 y 40 años. Estas personas se obsesionan por conseguir una pareja, buscan desesperadamente tenerla y cuando lo logran comienzan a sufrir de forma patológica el temor de perderle y a quedarse solas.
La soledad les aterra y tienen una necesidad enorme de depender de alguien. Necesitan tener una pareja a su lado todo el tiempo y frecuentemente se encadenan a relaciones que les causan mucho daño.
Un deseo llevado al extremo
Debemos diferenciar entre el deseo de tener una pareja o padecer esta fobia. Las personas que no sufren de este trastorno pueden desear una pareja, pero si no la tienen no les impide disfrutar de su vida y su situación. Por otro lado, cuando alguien tiene un miedo excesivo a la soledad y llega a producirse una terrible angustia y afecta diferentes aspectos de su vida, sencillamente es incapaz de estar bien si no tiene pareja y se convierte en una “necesidad”.
Esta patología no les permite conocerse bien a sí mismos. Invierten la mayor parte de su energía y tiempo en encontrar a la otra persona y sufren demasiado cuando no la tienen. En muchos casos pueden llegar a mostrar conductas extremas para evitar el abandono o la ruptura de la relación, llegando a tolerar situaciones o comportamientos que otra persona sin esa dependencia o miedo no toleraría.
La dificultad para estar solos les hace repetir una y otra vez el mismo patrón en sus relaciones: romper con su pareja y buscar un sustituto inmediatamente o vivir con la angustia por miedo a perderlo. Existen otros casos en los que la persona evita conocer a alguien por miedo al fracaso o al abandono.
La sociedad influye
Entre los factores que influyen para desarrollar este miedo irracional está la presión social. La importancia que se le da a tener una pareja, la presión de algunas personas del entorno o quizá el hecho de que todos los allegados tienen una.
Las mujeres son las más afectadas por esta fobia debido a los estereotipos que han existido a lo largo del tiempo. Cuando la sociedad comienza a usar palabras hirientes como solterona y no se aplica de la misma forma a hombres.
Esas mujeres son incapaces de elegir buenos compañeros, sostener relaciones amorosas constructivas y felices o poner fin a situaciones de maltrato. Su prioridad es la búsqueda de un compañero o, en caso de tenerlo, darle todo de sí, dejando de lado sus propias metas y deseos relacionados con otras áreas de desarrollo personal.
Los hombres no son tan castigados
De acuerdo con la psiquiatra argentina Graciela Moreschi, son mujeres que se concentran en conseguir una pareja y cuando alguien más se casa se deprimen, incluso tienen miedo de asistir a reuniones en donde hay gente que hace tiempo no ven por temor a que les pregunten por su estado civil.
También explica que es una fobia que se manifiesta más en las mujeres porque los hombres solteros no son condenados, e incluso se ve como un mérito el hecho de que se mantengan solos.
Hacen cualquier cosa con tal de no estar solas
Los síntomas de esta fobia pueden variar: algunas personas podrían evitar las bodas, mientras que otros asisten solo para ver si pueden conocer a alguien. Se trata de personas que se enfocan principalmente en el hecho de conocer una pareja.
Las mujeres con este padecimiento no ponen límites a los hombres con los que se relacionan (les toleran cualquier falta de compromiso, de respeto o de interés) por miedo a perderlos. Son excesivamente complacientes y esto hace que el hombre termine sintiendo que no hay alguien del otro lado. La relación termina por ser aburrida.
Cómo solucionarlo
Para poder tratar esta fobia se requiere terapia, existen tratamientos como la terapia cognitivo-conductual y la desensibilización. En este caso puede ser más eficaz porque puede ayudar a erradicar el deseo de conseguir una pareja cueste lo que cueste.
La terapia es necesaria solo cuando el miedo a estar solo es tan intenso que hace que las personas tomen decisiones pobres o se sientan incapaces de comprometerse. Existen muchas personas que sufre de este miedo, pero siempre y cuando el temor no abrume el sentido común, puede ser más una condición humana que una enfermedad mental.