¿Te ha pasado que mientras estabas bañándote o vistiéndote te encontraste con un punto rojo en tu piel muy extraño? ¡Tranquila! No es nada malo, ya que esas anomalías son comunes en la piel. Los lunares rojos empiezan a aparecer con la edad normalmente en zonas como el cuello, espalda y tórax, aunque también pueden salir en otras zonas como el pecho, los brazos o la cara. Conocidos como angiomas o Nevus Rubi, los lunares rojos son muy comunes en personas de piel blanca y suelen aparecer entre los 20 y los 30 años.
Aparecen en la piel por varios motivos como la edad, herencia familiar o fallas en el organismo que no causan ninguna enfermedad, pero te advierten que algo está pasando en tu cuerpo. Se producen por el crecimiento de un vaso sanguíneo en la piel, algo que ocurre comúnmente con la edad, pero que debe vigilarse cuando se manifiestan en gran cantidad, pues pueden ser señal de determinadas condiciones de salud que es importante atender. Estas son algunas de las causas por las que salen estos lunares.
1. Exposición al sol
Si tienes lunares rojos en el rostro, es posible que se deba a la exposición excesiva al sol sin protección. Cuidar tu piel con un buen protector solar, evitar los excesos y visitar a un dermatólogo para una revisión es necesario.
2. Acumulación de toxinas
Cuando aparecen de forma repentina y en cantidad importante, podrían indicar algún problema con tu hígado o intestinos, ocasionado normalmente por la acumulación de toxinas derivada de una mala dieta.
3. Cambios hormonales
También son frecuentes en el embarazo debido a los cambios hormonales, sin embargo una vez que la gestación concluye suelen desaparecer. También pueden presentarse en mujeres que cuentan con desórdenes hormonales, en este caso es importante visitar al ginecólogo.
Si de pronto notaste que un lunar rojo acostumbrado cambió su tamaño, forma o empezó a sangrar, acude cuanto antes al doctor. En el resto de los casos, los angiomas por lo general no son un motivo para buscar asistencia médica. La mejor prevención es llevar un estilo de vida saludable y una alimentación balanceada. Bebe jugos y más agua, come verduras frescas, consume grasas saludables como aguacate y aceite de oliva. Así mantendrás tu piel limpia y joven y tu organismo sano durante mucho tiempo.