Tener un hijo a cualquier edad conlleva una gran responsabilidad y no solo en cuanto a los cuidados sino que tienen que ver factores como la estabilidad socioeconómica, emocional, laboral y, sobre todo, la salud.
Y aunque por mucho tiempo se ha dicho lo contrario, cuando la edad para procrear se retrasa existen muchos beneficios para los padres. Tal es el caso de las mujeres en gestación mayores de 35 años, quienes además cuidan su salud pues disminuyen las complicaciones médicas que surgen a raíz del embarazo.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España en el 2016 el índice de embarazos se retrasó más que el año anterior llegando a la media de 32 años para tener hijos, mientras que en madres extranjeras se dieron en promedio a los 29.
Las mujeres actuales están más preocupadas por su futuro que por tener bebés, es por eso que se toman el tiempo necesario para actividades como el trabajo, viajes, salir con amigos y conocer personas nuevas. Son liberales y aprovechan los momentos a solas.
Si bien es cierto que la edad adecuada para engendrar es de los 20 a los 35 años, cabe resaltar que mientras más se prolongue esta etapa (sin sobrepasarla) mejor calidad de vida se ofrece a los hijos y se ve reflejado mayormente en su desempeño social y académico con notas altas, las madres son más pacientes y castigan menos a sus hijos.
La Revista Europea de Psicología del Desarrollo publicó una investigación que incluye alrededor de cinco mil madres danesas mayores, menos propensas a castigar, por lo que le dan prioridad al desarrollo emocional del menor y con ello predomina la buena toma de decisiones y el rendimiento escolar.
Otras ventajas de tener familia hasta después de los 30 años son:
- Se enfrenta la maternidad con mayor madurez.
- Estabilidad económica y emocional.
- Más experiencia.
- Aumenta la esperanza de vida.
- Rutinas más sanas.
Sin duda, el estilo de vida mejora a medida que incrementa la edad para los embarazos, los hijos son más inteligentes y más fuertes; las madres, por su parte, tienen más paciencia y haber cumplido la mayor parte de sus metas hasta ese punto es incentivo para la crianza moderna.