Luego de diez años de haberse hecho el cambio de sexo, Jay Langadinos, un hombre transgénero australiano, se arrepiente profundamente de haberlo hecho, por lo que decidió demandar a su médico.
De acuerdo con la información, cuando Jay tenía 19 años estaba convencida de que no se sentía mujer, sino un hombre. Sin embargo, transicionar de un sexo a otro no es sencillo, por lo que prefirió consultarlo con un médico psiquiatra antes de tomar la decisión de operarse. De esta manera acudió a la consulta con el doctor Patrick Toohey, quien, en la primera cita, aprobó el cambio de género.
A 11 años de haberse extraído el útero, los pechos y comenzar un tratamiento hormonal para pasar de ser mujer a un hombre trans, Jay afirma estar sumamente arrepentida, pues dice que en ese momento no sabía las consecuencias emocionales y sociales que le traería su cambio de sexo. Debido a esto, culpa a su psiquiatra por el “mal asesoramiento”.
Aunado a esto, Jay afirma que desde su cambio se percató de que no estaba a gusto siendo hombre y que tener amigos e interactuar con su familia lo ha complicado más, ya que padece fobia social. Con el paso de los años, se dio cuenta de que en realidad le gustaba ser mujer, pero se sentía atraída por otras chicas y, debido a la desinformación o la mala asesoría que dice que recibió, creyó que al gustarle las mujeres, debía cambiar de género.
Otra de las cosas que Jay ha lamentado es que al hacer este cambio irreversible, también perdió la oportunidad de algún día poder ser madre, lo que calificó como devastador. Por esa razón, actualmente se encuentra en proceso de demanda contra el psiquiatra que la atendió hace más de diez años por haberle hecho la recomendación apresurada de cambiar de género sin una evaluación psiquiátrica adicional.
Si bien es cierto que la decisión de hacerlo solo le correspondía a Jay, ella alega que el médico fue negligente al no recomendarle una segunda opinión. Hoy en día, sabemos que era necesario que previamente recibiera psicoterapia antes de someterse al procedimiento quirúrgico para la resignación sexual.
Aunado a la psicoterapia y las evaluaciones, hay algunas otras fases que seguir, como la evidencia de la disconformidad persistente a través de un informe médico-psicológico. Posteriormente se comienza la etapa de transgenerismo donde se da el tratamiento hormonal según sea el caso, mientras que el último paso es la cirugía.
Jay afirma que cuatro años después de su histerectomía y durante un tratamiento psiquiátrico “se dio cuenta de que no debió someterse a la terapia hormonal ni a ninguna cirugía” y agregó que se siente identificada como mujer. Con la demanda que ha comenzado en contra del doctor Patrick Toohey, ella está en la búsqueda de que se haga justicia por la negligencia.