Los tacos son un alimento sagrado para los mexicanos. Dentro de una tortilla de maíz cabe todo tipo de ingredientes: barbacoa, carnitas (carne de cerdo), pollo, tinga de res, pescado, costillas… En fin. Además, los puedes preparar acompañados de verdura picada y una rica salsa.
Por mucho tiempo este delicioso platillo fue satanizado por considerarlo poco saludable y tener mucha grasa, pero un grupo de estudiantes del Departamento de Ingeniería Química, Alimentos y Ambiental de la Universidad de las Américas en Puebla, México, se dieron a la tarea de investigar los componentes de esta sabrosa comida y los resultados son realmente sorprendentes.
El título de su investigación fue: Tacos al Pastor y Flautas de Cochinita Pibil ¿Sabes qué es lo que comes? Se tomó como muestra una orden de cinco tacos al pastor con cebolla, cilantro, piña, salsa taquera y limón, y flautas de cochinita pibil con crema, queso, cebolla morada y salsa.
Las conclusiones a las que llegaron los estudiantes de la UDLAP fueron que los tacos al pastor y las flautas de cochinita pibil no son alimentos malos, de hecho, sería más recomendable una orden de cinco tacos al pastor o un par de flautas de cochinita que otros alimentos como donas, cuernitos, papas fritas e incluso algunas barras de fibra, ya que su nivel de grasa (11.92 por ciento y 11.50, respectivamente) es menor al que llegan a registrar los alimentos con harinas y azúcares, entre 20 y 30 por ciento de grasa.
En otras palabras, nutricionalmente hablando, un taco es un alimento mucho más completo que una barra de granola. De acuerdo con el Plato del Bien Comer, podemos considerar que una comida o un alimento es completo cuando incluye al menos una porción de cada uno de los tres grupos que lo conforman: frutas y verduras, cereales y proteínas, ya sea de origen animal o vegetal.
Un taco incluye los tres grupos: tortilla (cereal), algún tipo de carne (proteína) y salsa, piña, cebollita, cilantro (fruta y verdura). Una barra de granola está conformada casi exclusivamente de cereales, como avena, amaranto, trigo, si acaso algunas pasas y almendras (que proporcionalmente tienen más grasa que proteínas), sin contar las grandes cantidades de azúcar añadida en forma de miel.
Ciertamente, tienen mala reputación, así que para ello hay que saberlos pedir:
- Nunca con tortilla doble y mucho menos frita. Si quieres ser más low-carb, prepáralos con hojas de lechuga en lugar de tortilla, y vas a ver qué ricos te quedan.
- El tipo de proteína es crucial para que las calorías no se vayan al cielo. Pídelos de carne magra, como bistec o arrachera o, de plano, de pollo, de queso panela o hasta de pescado.
- Agrega todas las verduras que desees: nopales, hongos, cilantro y, si no vas a besar a nadie, cebolla.
Así que la próxima vez que alguien te invite a cenar una orden de tacos, no pienses tanto en la dieta, pues aparte de ser deliciosos no te engordarán tanto como pensabas.