A raíz de las diversas protestas realizadas por organizaciones como Just Stop Oil o Última Generación, ha salido a relucir el debate entre si las formas de levantar la voz por el futuro del mundo son correctas o si estas acciones se están llevando demasiado lejos. Sea cual sea tu opinión, nadie puede poner en duda el valor de los activistas que están dando todo para atraer la atención a un tema tan importante a pesar del odio y otras consecuencias legales que han atraído para sí.
En el rubro de lo legal, los miembros del grupo Just Stop Oil se han enfrentado a todo tipo de castigos, como meses en prisión, monitoreo electrónico o multas. Aunque posiblemente haya quienes quisieran sentencias más duras para los implicados en dañar obras de arte con siglos de historia detrás de cada pincelada, lo cierto es que incluso ha habido jueces que aplauden estos actos, como en el caso en contra de los manifestantes que pegaron su cabeza a La joven de la perla, de Johannes Vermeer, en La Haya, Países Bajos. (Puedes leer más sobre este tema aquí).
A este caso se suma el arresto en contra de los dos jóvenes que pegaron sus manos al marco del cuadro Peach Trees in Blossom, pintado por Vincent van Gogh en 1889. El pasado 23 de noviembre, Louis McKechnie, de 22 años, y Emily Brocklebank, de 23, recibieron sentencia en una corte de Reino Unido por causar daños con valor de unas 2000 libras esterlinas (casi 2400 dólares) en la Galería Courtauld de Londres, Inglaterra.
Contrario al fiscal del caso mencionado anteriormente, la jueza de distrito, Neeta Minhas, no consideró para nada inspirador el hecho de dañar un marco con “un valor significativo, histórico y artístico”, ya que aunque la pintura como tal no sufrió ningún daño sustancial, el cuadro es más viejo que la obra misma, lo que le agrega un alto valor que la jueza no pasó desapercibido a la hora de dictar sentencia.
BREAKING: Just Stop Oil protesters have glued themselves to a Vincent Van Gogh painting at London's Courtauld Gallery. More follows… pic.twitter.com/5a1ZblKgzu
— Talk (@TalkTV) June 30, 2022
Un marco del siglo XVIII con cientos de años de antigüedad ha sufrido daños permanentes. No está en un estado en el que pueda volver a su estado original. Les declaro a ambos culpables de daños criminales, sin tener ninguna excusa legal para causar daños, pero lo hicieron de forma temeraria.
Cabe mencionar que McKechnie, originario de Weymouth, Dorset, ha estado anteriormente en prisión por delitos similares, como el incumplimiento de una orden judicial que se ganó por bloqueos en carreteras y otra ocasión por atarse a un poste de portería en un partido de futbol de la Premier League. Esta ocasión fue encarcelado por tres semanas, mientras que su compañera recibió una sentencia suspendida, aunque también estará bajo toque de queda monitoreado electrónicamente durante seis semanas.
Algo que no pasó desapercibido es el hecho de que la abogada defensora de las activistas, Francesca Cociani, argumentó que la acción cometida en contra del marco podría aumentar el valor de la obra, a lo que la curadora de la galería, Karen Serres, respondió con un tajante “no”, pues no cree que esta pueda ser vendida en ese estado.