La Ciudad de México ya tiene un cuarto de ira para quienes deseen descargar con total seguridad el estrés y tensión acumulados y evitar así una explosión de ira que involucre una agresión a terceros o un daño autoinflingido.
“Breake It”, en la colonia Roma, es el nombre del establecimiento en el cual, por tarifas de entre 499 y mil 199 pesos, puedes “destrozar tus problemas”, como lo dice su eslogan, en un ambiente seguro y controlado. Ahí podrás liberar el estrés rompiendo botellas de vidrio o electrónicos viejos e incluso pueden personalizar tu experiencia colocando fotografías en los objetos para que tu desfogue esté completamente orientado a la frustración que desees combatir.
Los cuartos de ira, en los que las personas pueden descargar su enojo destruyendo objetos de manera segura, aparecieron en Asia hace poco más de 20 años. Se cree que los primeros fueron abiertos en Japón y después se extendieron a otros países como Serbia, Inglaterra y Argentina. En Estados Unidos se inauguraron los primeros en Texas, en el 2011, y luego surgieron otros en Nueva York.
Actualmente estas salas, en las que puedes destruir o quebrar cosas sin sentirte culpable o tener que limpiar después, han proliferado a lo largo y ancho del mundo. El ritmo acelerado de la vida actual, la sobrecarga laboral y el estrés acumulado pueden tener salida en una de estas habitaciones con elementos frágiles para romper durante algunos minutos ya sea golpeándolos o lanzándolos, usando equipamiento de seguridad como trajes protectores, máscaras, guantes y zapatos especiales para evitar que el usuario se haga daño.
Aunque hoy en día existen grupos de apoyo específicos para el manejo de la ira y los psicólogos tratan a diario cientos de casos referentes a esta emoción, estudios han concluido que se trata de un sentimiento de origen filogenético que promueve la superviviencia y representa una presión para superar un obstáculo o situación adversa. En contraparte, hay casos en los que se convierte en una patología y genera grandes problemas a quien la expresa.
Además de sentimientos negativos asociados con pensamientos hostiles, excitación fisiológica y comportamientos desadaptativos, la ira suele contener un elemento peligroso: la energía para tomar represalias por algo que consideramos amenazante, por lo que descargar esta emoción resulta indispensable.
Pero la investigación específica sobre los beneficios de las salas de ira arrojó hallazgos en diversos sentidos, ya que aunque la teoría de la agresión de la catarsis sostiene que si las personas son capaces de desahogar su frustración e ira esta disminuirá, un estudio realizado en 1959 concluyó que tras golpear con martillos durante 10 minutos, los sujetos de la investigación mostraban más enojo.
En fin, las técnicas del manejo de ira pueden variar según la naturaleza de la persona, pero si se trata de probar algo nuevo y divertirse mientras se libera el estrés, probar los cuartos de ira podría resultar una experiencia enriquecedora. No obstante, es importante tomar en cuenta que esta actividad no está recomendada para personas con enfermedades cardiacas, presión alta, dolores de columna, trastornos mentales, mujeres embarazadas, con epilepsia o recientemente sometidas a procedimientos quirúrgicos.