Tal vez te haya ocurrido —o has escuchado— que conforme, avanzan los años, ir de fiesta es una opción que se piensa bastante por la intensa resaca que se manifiesta al día siguiente. Peor, cuando se decide hacerlo entre semana y se llega a la oficina con un intenso dolor de cabeza y sensación de vómito.
Expertos en la medicina confirmaron la teoría que muchos piensan: “Entre más edad se tiene, más fuerte es el malestar luego de una noche de copas“.
A mayor edad, menos tolerancia
Entre más avanza la edad, el cuerpo tolera menos la cantidad de alcohol. Esto se debe a dos factores, principalmente:
- El metabolismo se hace lento y el cuerpo acumula mayor cantidad de grasa, lo que provoca que las enzimas que descomponen el alcohol en el estómago sean menos y aumenten los efectos nocivos de una cruda.
- El hígado deja de funcionar rápido a lo largo de los años; esta teoría fue comprobada con experimentos en ratones.
El problema crece a partir de los 30
Un estudio publicado en Daily Mail indica que la tolerancia al alcohol comienza a disminuir cuando la persona se acerca a los 30 años de edad; esto, porque se consume menos etanol:
Consumir menos alcohol regularmente, por lo tanto, hace que el cuerpo no esté acostumbrado y sea menos capaz de manejar las sustancias.
Según los expertos, el 25 por ciento del alcohol que se consume se absorbe en el estómago y la sangre; el resto pasa al intestino delgado.
Agua, el mejor remedio
Pese a que el remedio es conocido, muchas personas no lo siguen o ponen en duda su efectividad. Intercalar el agua y el alcohol ayuda a prevenir las resacas porque hidrata al cuerpo y ayuda a procesar el etanol en el hígado.
Por cada 350 mililitros de alcohol (una lata de cerveza, como ejemplo) se deben consumir 100 mililitros de agua.