¿Cuántas veces al año haces una limpieza de armario? ¿Y cuántas de esas limpiezas son profundas y te dejan satisfecha por los resultados obtenidos?
Hemos escuchado la frase de “hay que sacar algo para que algo nuevo llegue”, y no solo aplica para las situaciones de la vida, también debes aplicarlo en tu clóset, por lo que te queremos ayudar para que sepas como realizar una limpieza de armario y sacarle provecho.
¿Por qué una limpieza de armario?
Más allá de que sacarás prendas, accesorios y zapatos que no utilices más, tendrás orden en tu habitación, lo que te permitirá no tener demasiadas prendas que en realidad no utilizas o que quizás jamás utilizaste.
1. Saca ropa de tallas más chicas
Las únicas prendas que pueden quedarse en tu armario sin ser necesariamente de tu talla son las over size. Todas las prendas que sean de tallas menores a la tuya no deben estar en tu clóset, más que nada porque no se ven bien.
Algunas veces las guardamos porque creemos que “vamos a bajar de peso”, pero esa promesa te la hiciste hace 3 años y jamás has tocado esos jeans otra vez; entonces es momento de que los saques. Las tallas no te dicen quien eres.
2. Elimina prendas que jamás usarás
No sé si a ti también te haya pasado, pero por lo general cuando estamos tristes o pasamos por momentos difíciles en nuestra vida realizamos compras compulsivas, gastando nuestro dinero en prendas que ni nos gustaban y además no eran de nuestro estilo, y jamás usamos esa blusa o vestido, así que si existen esos casos saca esas prendas; puedes venderlas o donarlas.
3. Identifica las prendas que tienes que arreglar
Hay dos tipos de prendas en este grupo: aquellas a las que les falta un botón, se les descompuso el cierre o tienes que subirles la bastilla y puedes llevarlas a arreglar, y no hay inconveniente. Pero si guardas prendas que querías customizar de una forma en específico y desde que lo planeaste han pasado más de 3 meses, es momento de que te deshagas de ellas, pues jamás lo hiciste y no creo que lo vayas a hacer.
4. Desecha prendas en mal estado
Aquí por lo general entran todas las prendas que guardamos porque tienen un valor sentimental. Es entendible que quieras conservar un vestido o chaqueta porque te la dio alguien muy especial, pero la verdad es que las prendas tienen un periodo de vida útil. Si el tejido está desgastado, tiene hoyitos o inclusive se está decolorando, es mejor desecharla.
5. Dales una segunda oportunidad
Esto es meramente opcional y solamente para aquellas prendas que se encuentren en buen estado; analiza las prendas que no sabes si descartarás y piensa si existe una forma diferente en que puedas armar un outfit que te guste. Si encuentras la forma, ¡perfecto! La prenda se queda, pero si no lo ideal es que la descartes.
6. Puedes vender tu ropa en buen estado
Primero que nada asegúrate que tu ropa esté en excelentes condiciones, no importa si es completamente nueva y solo le quitaste la etiqueta o es de segunda mano, si la usaste solo una vez o ya no es nueva.
Una vez que comprendemos las bases, debes saber que tu prenda no va a costar lo mismo que lo que te costó a ti, pues ya no es la misma temporada y es casi imposible que alguien la compre al mismo precio. Pero existen aplicaciones en que puedes ofrecerlas.
7. Busca organizaciones de segunda mano
Si no deseas comenzar a vender tu ropa o tener que planificar envíos y todas esas cosas, otra opción es buscar una organización que se encargue de recaudar ropa de segunda mano y posteriormente venderla. Echa un vistazo en todas las organizaciones ya existentes y ve si en tu ciudad existe alguna sede.
8. Dona las prendas a asociaciones
Al igual que la opción anterior, primero asegúrate que las prendas estén en buen estado y, en caso de que no desees venderlas o de que no se hayan vendido, puedes donarlas a asociaciones que después ellos entregarán a las personas que lo necesiten. Así estarás haciendo una buena obra.
9. Realiza un inventario de tu armario
A pesar de que creas que no sirve de nada y es aburrido, es todo lo contrario. Hacer un inventario de las prendas que tienes es muy bueno, pues te permite conocer todas y cada una de ellas, además que puedes tomar mejores decisiones en el momento de realizar nuevas compras.
10. Los cambios son buenos
En muchas ocasiones no realizamos una limpieza a profundidad de nuestro armario por miedo, básicamente por sacar cosas que tal vez vayamos a requerir en un futuro, pero la verdad es que es muy poco probable que sea así. Te sentirás mucho mejor después de haber sacado toda esa ropa que ya no usas y verás como también ayudas a otros, e igual puedes ganar algo de dinero.