Para calmar el estrés y la ansiedad, no hay mejor remedio que el silencio: experimentas un estado de descanso profundo, marcado por la disminución de las pulsaciones, del consumo de oxígeno, la transpiración, la tensión muscular, la presión sanguínea y los niveles de las hormonas.
Permanecer atenta y en silencio a lo que te sucede tiene un efecto armonizador; esa mayor capacidad de atención y observación produce un estado de neutralidad, en el cual eres menos intolerante, cerrada y subjetiva.
Para poder practicar el silencio en una sociedad en la que vivimos apresuradamente, puedes hacer lo siguiente:
1. Saluda al sol
Al despertarte es bueno estar en silencio un rato para centrarte en el día que comienza, antes de iniciar las actividades y relaciones cotidianas. Despierta, siéntate 10 minutos cruzando las piernas en flor de loto, respira y trata de serenarte.
2. Encuentra tu lugar
Estando en casa, elige una habitación tranquila y con luz; siéntate o estírate; concéntrate en tu respiración. Si ves que te resulta difícil, pon una meditación guiada o escoge algún mantra tibetano (en la red hay muchos) y hazlo 10 minutos al día.
3. Practica yoga…
O alguna otra técnica de meditación oriental. Si tienes otra afición practícala, solo ten en cuenta que se trata de no enfocar tu mente en otra cosa que no sea en tu diálogo interior; no lleves tus problemas o pendientes a tus sesiones.
4. Explora
Salir a caminar a buen ritmo oxigena todo tu organismo, fortalece tu sistema cardiovascular, ejercita tu corazón, despeja tu mente y fomenta la creatividad. Observa el paisaje y concéntrate en tu respiración.
5. Toma un baño relajante
Cuando tomes el baño de la mañana en tina o bajo la regadera, procura aguantar la respiración por varios minutos y sumérgete bajo el chorro de agua mientras te relajas y te olvidas de todo; estar en silencio te dará paz interior durante todo el día.
6. Escápate
Busca un lugar a donde quisieras ir y quédate con esa imagen en tu cabeza o de fondo de escritorio para tu celular o computadora, incluso, ponla en tu rincón favorito de la casa. Cada vez que sientas estrés visualiza ese lugar y respira imaginándote allí. Siente los sonidos, los olores, el clima, como si realmente estuvieses allí.
7. Escucha el “ruido blanco”
Si en tu trabajo hay mucho ruido o en casa todo es un caos, ponte los audífonos y escucha sonidos de lluvia, naturaleza o mar sin música; favorecerás tu buen humor, la concentración y descansarás tu mente.
8. Conduce
El coche también es un lugar donde se pueden procesar las sensaciones en silencio. En lugar de oír la radio, puedes estar contigo misma y relajarte, solo conduce despacio, respira lenta y profundamente mientras tu mente ordena y procesa una serie de pensamientos; trata de salir un poco de la ciudad a una zona rural, en donde incluso puedas orillarte para estacionarte unos minutos y pensar.