Para muchas siguen las vacaciones de verano, mientras que otras apenas están a punto de iniciar un merecido periodo de descanso. El problema de cada temporada vacacional es que casi siempre nos desordenamos en nuestro régimen alimenticio y en los hábitos que seguimos normalmente, y el resultado es la terrible culpa por haber ganado un poquito de peso.
Sin embargo, evitar esos kilos de más puede ser tan divertido como jamás imaginaste. Checa estas recomendaciones.
Plan A: quedarte en casa
Si tus ahorros fueron insuficientes para costear tu viaje a la playa y tuviste que disfrutar de tu tiempo a solas en casa, dile NO a más de dos horas frente el televisor. Son días para descansar, pero también es momento de olvidarse de Netflix y sus series; mejor opta por realizar caminatas de treinta minutos.
También puedes realizar ejercicio en casa, no es necesario que te inscribas al gimnasio: puedes saltar la cuerda, jugar fútbol con tus hermanos u organizar un día de campo con voleibol en familia. Baila tus canciones favoritas y pasea a tu perro también son una buena opción.
Intenta probar nuevos platillos, experimenta con ensaladas, cócteles, smoothies y postres bajos en azúcar.
Plan B: salir de viaje
Supongamos que has conseguido el dinero para tu viaje de verano y quieres disfrutar de todo lo que encuentres incluyendo alimentos y bebidas, bien puedes hacerlo pero con moderación.
Los hoteles suelen ofrecer una alimentación saludable, además de servicio al cuarto y áreas comunes como la piscina, en donde te puedes divertir y ejercitar al mismo tiempo. No abuses de los buffets ni de las comidas rápidas que ofrecen en centros turísticos, equilibra tu alimentación con cereales, frutas y verduras, así tendrás más energía para salir a pasear.
Aprovecha los antros para ponerte a bailar. Mover tus caderas elevará tu estado de ánimo y te ayudará a eliminar calorías. Por último, toma la opción de realizar ecoturismo, camina en parques naturales y atrévete a realizar deportes extremos.