Te levantas sin ganas de hablar, carente de energía y, en cambio, tu mejor amiga a primera hora se come el mundo con su fuerza; te sientes más inspirada en el trabajo a media tarde que por la mañana, y no entiendes por qué tu humor a veces es impredecible.
Tu desánimo no se debe a una deficiencia de vitaminas, tampoco a una depresión oculta ni falta de interés. En realidad todo tiene que ver con la forma en que duermes y tu reloj biológico, el cual se encarga de poner on time a tu organismo. Así que si quieres aprovechar mejor tu energía y tu tiempo deberías seguir algunos tips que te ayudarán a sacar lo mejor de ti.
1. Descubre tu reloj biológico
Si te preocupa cuánto y cuándo necesitas dormir, lleva a cabo una sencilla autoevaluación. Aprovecha una semana de vacaciones para escuchar a qué hora te pide el cuerpo acostarte y levantarte, y regístralo en tu agenda del sueño.
2. ¡A la cama, que hay que descansar!
Dormir de noche es salud. Tu cuerpo está programado para que esas horas aumente la melatonina, una hormona que envía el mensaje de oscuridad química a todas las células del organismo para comenzar el modo “descanso y reparación”.
Tras una mala noche, rindes 50 por ciento menos, tu memoria se ve afectada y te sientes triste. Otros estudios aseguran que estar más de 15 días sin dormir te lleva… ¡a la locura!
3. ¿Fiesta de noche?
Dormir a deshora y no hacerlo en sintonía con la naturaleza puede provocar enfermedades. “Se da una mayor incidencia de síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo, trastornos afectivos, alteraciones del sueño o envejecimiento”, dice Ángeles Rod, investigadora de Cronolab.
Y es que los relojes internos dejan de sincronizarse al momento en que no hay rutinas regulares de alimentación, ejercicio y falla la alternancia de luz natural y oscuridad.
4. Controla tus cambios de humor
La inestabilidad emocional por el síndrome premenstrual que provoca ansiedad, irritabilidad, dolor o ganas de comer algo dulce, se trata de manera eficaz con solo dormir ocho horas al día. También funciona si se padece síndrome afectivo estacional, un tipo de depresión invernal asociada a las largas noches de invierno y a la falta de luz.
5. Practica ejercicio a un hora adecuada
Un estudio realizado entre jugadoras de rugby que corrían a diario demostró que cuando lo hacían de noche, el centro del sueño o sueño profundo se desplazaba de las cuatro de la madrugada a las siete, y se levantaban más cansadas. En cambio, cuando iban a correr a las nueve de la mañana sus ritmos biológicos eran los adecuados. Así que evita deportes intensos como crossfit, boxeo o zumba a partir de las nueve de la noche.
6. Adelgaza más con solo dormir
Sé ordenada en los horarios de tus comidas. Los relojes metabólicos y digestivos se encargan de preparar la digestión y el metabolismo de los nutrientes; sin embargo, cuando se adelanta o atrasa esa rutina, el organismo no lo prevé y no hace su función de manera adecuada.
7. Date un momento para la intimidad
En los hombres jóvenes, la testosterona alcanza su punto máximo entre las seis y las nueve de la mañana: ahí es cuando su deseo es más intenso. En cambio, en las mujeres las hormonas del placer se disparan más tarde. La solución a esto es dormir bien, relajarse y disfrutar de las mañanas con la pareja.
8. ¡Disfruta tu nueva vida!
Por la mañana: ve al baño, el intestino funciona mejor en este momento del día; a las 10 horas se segrega cortisol y adrenalina; la frecuencia cardiaca y la tensión están altas: es el momento estrella para concentrarte.
Al mediodía es hora de comer carbohidratos, porque gracias al nivel de insulina se metabolizan bien. Más tarde, a las cinco, aumentan la elasticidad y la fuerza: ¿es hora de yoga? A las nueve sube la melatonina: momento de ponerte en off.