El chisme, ese hermoso momento de cotilleo ante el cual todos hemos sucumbido al menos una , o quizá más veces de las que quisiéramos. “¿Viste el cabello de la chica de rosa?” “¡No me gustan sus zapatos!” “¿Tomás y Andrea están saliendo de nuevo? ¡Pero si él la engaña!”. Estas frases generalmente son transmitidas de boca en boca entre el personal de las oficinas, amigas, vecinos e incluso con la familia.
Al parecer el chisme está en todos lados y es muy difícil de evitar; un estudio reveló que aproximadamente al 80% de nuestras conversaciones se centran en hablar sobre otras personas, sus gustos, tragedias y formas de vida. Sin embargo, existen varias razones psicológicas para explicar por qué sucede esto y la clave para detenerlos para siempre.
Los chismes pueden ayudar a crear vínculos
El experto en relaciones Andrea Syrtash explica que, si bien los chismes pueden ayudar a las personas a generar información con los demás, también pueden ser extremadamente dolorosos.
“La gente puede usar los chismes como método para que se pierda la confianza entre las personas. Si siempre hay alguien que está sacando los trapos sucios de otras personas y te involucras, eres parte de la mezcla. Debemos tener cuidado con la cantidad de información que compartimos”.
¿Por qué amamos los chismes?
Algunos psicólogos han estudiado diversos aspectos del chisme, y han descubierto que la razón principal por la que caemos en sus redes, es para construir lazos sociales con los demás. Los disgustos compartidos entre grupos de personas son más fuertes que los gustos e intereses en común.
Cuando la gente participa en chismes, comparte el mismo tipo de humor. También siente cierta emoción cuando divulga información “confidencial” con otros. Incluso existen chismosos que ven como placentero los fracasos de los demás, debido a que se sienten “mucho más inteligentes” que la persona que tiene problemas.
¿Cómo afectan los chismes?
Con la llegada de la tecnología, los chismes se han vuelto cada vez más perjudiciales, especialmente si las personas que los dicen son adolescentes. Los rumores pueden convertirse fácilmente en bullying, y atraer un efecto negativo sobre la salud mental, emocional y desarrollo social de las personas.
La frase para detenerlo
Afortunadamente, los psicólogos encontraron una frase que puede ayudar a detener al chismoso. Cuando una persona trate de involucrarte en una conversación sobre otros, solo tienes que preguntar:
“¿Por qué me estás diciendo todo esto?”
Esta sencilla frase es muy eficiente; en primer lugar porque desvía el motivo egoísta por el cual el chismoso desea iniciar una conversación, y en segundo porque das a entender que no deseas participar de una plática para denigrar a otros.
Los chismes pueden ser conversaciones sumamente ofensivas. Así que tienes que recordar que cuando chismeas solo estas haciendo daño a otras personas de una forma directa o indirecta. La próxima vez, por favor piensa dos veces antes de comenzar a hablar mal de otros.