A muchas mujeres les encanta utilizar tacones por la forma que dan al cuerpo y a las piernas en particular, pero realmente llegan a ser bastante molestos después de un tiempo. Esto no importa, como dice el dicho: “todo sea en nombre de la belleza”.
Es importante que te cuides y sepas hasta dónde puedes llevarlos; tal vez llegue el momento en el que desees no volver a verlos jamás y tu inversión se irá a la basura. Por eso te dejamos algunos sencillos, pero muy prácticos consejos que pueden ayudarte a mantener el dolor lejos por más tiempo.
1. Asegúrate de usar el tipo de zapato correcto
Lo primero que debes hacer antes de comprar unos zapatos es investigar qué tipo puedes utilizar: de arco grande, chico o de pie plano. Para esto te recomendamos que visites a un podólogo, quien te dirá que es lo más recomendable.
2. Compra siempre tu talla
A veces los vendedores, con tal de que te lleves algo, te ofrecen un zapato de otra talla aunque sea medio número más grande o más chico. Procura no aceptar y llevar los que sean de tu talla. Siempre pruébatelos y procura caminar un poco antes de llevarlos a casa.
3. Talco en tus zapatos
Esto ayudará a que tus pies fijen mejor dentro de los zapatos y no se van a resbalar; además, reduce la fricción, evitando las molestas ampollas.
4. Haz ejercicios
Apoya tus manos en algún mueble y estira tus piernas hasta atrás con mucho cuidado; luego dobla una pierna mientras estiras los músculos del pie. Cambia la posición después de 15 segundos. Haz varias repeticiones.
5. Si eres principiante, evita los tacones muy altos
Sobre todo los tipo stiletto, no vale la pena que te arriesgues. Mejor usa unos tacones un poco más bajos y procura utilizarlos en lugares donde vas a pasar la mayor parte del tiempo sentada.
6. Trata de mantenerte en movimiento
Si no estás sentada, procura mantenerte en constante movimiento con los tacones puestos, pues si te detienes el dolor hará su aparición antes. Lo recomendable es que des algunos pasos y, si te sientas, no te quedes estática.
7. Pon tus zapatos a enfriar
Si los metes al congelador por un periodo de media hora a una hora previo a utilizarlos, el material cederá más fácil ante la temperatura caliente de tus pies y se amoldarán a tu forma. Otra manera de enfriarlos en meter unas bolsas de agua fría por varios minutos.
8. De preferencia usa un poco de plataforma
Esta hará que el arco del zapato sea más plano y el pie quedará menos encorvado, así el peso se balancea y no se va solo a la punta.
9. Las plantillas de gel son muy útiles
Cuando utilices zapatillas muy altas, las plantillas te ayudarán a que el arco no quede tan pronunciado y evitarán que resbales cuando estás de pie por mucho tiempo. Dale un poco de alivio a tus piernas.
10. Procura usarlos una semana antes de cualquier evento
Si tus zapatillas son nuevas y estás próxima a asistir a una fiesta, lo mejor es que los utilices en casa previo a ese momento, para que te acostumbres y los zapatos se hagan a tu forma.