Hay una frase que seguramente has escuchado y que incluso has llegado a usar: “No tengo dinero para comenzar a ahorrar”. La realidad es que sí lo tienes, solo es necesario que sepas qué cambios necesitas hacer para ahorrar un poco de tus ingresos.
Puedes creer que no es sencillo comenzar con un plan de ahorro y sentirte perdida en el mundo de las finanzas personales. Por esta razón queremos darte algunos consejos que te ayudarán y, además de ahorrar, te permitirán comenzar a pensar en un plan de inversión a corto, mediano o largo plazo.
1. Olvídate de las excusas
Deja de usar pretextos y aprende a identificarlos. Ya no digas: “No gano lo suficiente”, “tengo demasiados gastos”, “tengo muchas deudas”, “con hijos, es imposible ahorrar”, “desde que vivo sola, no me alcanza para nada”, pues aunque hay un poco de razón en estos, no son justificantes para no ahorrar o cuidar el dinero que recibes cada quincena. Por ello es mejor que reconozcas que no sabes ahorrar, pero que deseas aprender, así tu mentalidad cambiará y podrás comenzar a mejorar tu relación con el dinero.
2. Haz de los presupuestos tus mejores amigos
Cuando comienzas a ganar dinero es común creer que durará por siempre, pero no es así, en especial si ya eres independiente y tienes gastos fijos mensuales. Por esta razón es importante que sepas la importancia de un presupuesto, pues este te permitirá administrarte mejor y no olvidarás ningún pago. Lo mejor es que sepas qué contemplar, como: gastos fijos o básicos (pago de renta, comida, servicios y transporte), ahorro e inversión (para corto, mediano y largo plazo) y gastos personales (gustos que quieras darte). Lo importante son los porcentajes que designas a cada punto. A continuación te dejamos un ejemplo:
- Presupuesto 65/15/20: Dependiendo del ingreso que tengas al mes, designa 65 por ciento a los gastos fijos, 15 por ciento a tus ahorros o inversiones y el 20 por ciento a tus gastos personales. De esta forma, sabrás que no solo estás ahorrando, sino que cubres todas tus necesidades sin endeudarte.
3. Dile no a los pagos mínimos
En México es muy común que las deudas se paguen dando solo el pago mínimo. Sin embargo, las personas no se percatan que cada vez que hacen eso, solo pagan los intereses generados por la compra y, en realidad, solo una pequeña parte de ese abono va para el pago del producto adquirido. Lo mejor es que pagues de contado o abones el doble o triple de lo que te pide el recibo mensual. Es difícil juntar el dinero, en especial si no estás acostumbrada a realizarlo de esa forma, pero una vez que tienes un presupuesto, es más sencillo de lograr.
4. Registra tus gastos diarios
Podrás pensar que se trata de una tarea aburrida y complicada, pero cuando lo haces, sabes perfectamente en dónde terminó tu dinero. Por ello es esencial que anotes cada gasto, por más pequeño que este sea. Es recomendable que tengas una pequeña libreta y escribas cada día cuánto fue el monto que gastaste y en qué. Así, a fin de mes sabrás que si tu gasto fue superior a tu ingreso, algo estás haciendo mal y deberás evitar ciertas compras innecesarias.
5. Aprende a usar tu tarjeta de crédito
Claro que es emocionante tener tu primera tarjeta de crédito, pues te sientes como millonaria por primera vez en tu vida, pero como dijo el tío Ben: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Por ello aprende a usar tu nuevo plástico como es debido. Úsalo de preferencia solo para compras a meses sin intereses (MSI) y aprende a diferenciar si de verdad se trata de una compra a MSI y, sobre todo, con productos que valgan completamente la pena. Esto lo puedes valorar cuando el artículo tiene una vida útil mayor al tiempo que tardas en pagar la deuda. También evita el efecto “bola de nieve”, ya que comienzas a comprar, pero cuando menos lo imaginas, tu deuda ha ascendido a casi el triple o cuádruple de la primera, por lo que te verás en un aprieto.
6. Controla tus impulsos
La mayoría de las compras que haces en realidad no las necesitas. Muchas veces, sueles adquirir algo porque el artículo luce hermoso o tiene alguna oferta y te puedes excusar con el típico “me lo merezco”, “ya veré como le hago”, “¡ay! Dios aprieta, pero no ahorca”. Lo peor es que esa compra te brinda satisfacción temporal, pero más tarde te sientes culpable, pues te das cuenta de la deuda que has adquirido. Así que un buen consejo es que si llegas a ver algo que te agrade, primero analiza si de verdad es necesario en tu vida. Si tendrá una función útil, adquiérelo, si no, verás que has evitado una deuda.
7. No caigas en las falsas ofertas
A veces las ofertas que están marcadas en los supermercados o centros comerciales realmente no son rebajas. Por ello no solo te guíes por las letras grandes, también lee toda la etiqueta del producto y compara si realmente estás ahorrando o pagas la misma cantidad. Toma todo el tiempo que necesites para saber si estás o no ahorrando un poco de dinero.
8. Identifica los “gastos hormiga”
Todas tenemos “gastos hormiga”, es decir, aquellas pequeñas compras que como costaron poco, creemos que no afectan nuestra estabilidad económica. Sin embargo, es todo lo contrario, pues si acostumbras comprar un refresco de 10 pesos todos los días, a la semana gastarás 70 pesos, que al año serán tres mil 640 pesos que pudiste haber usado para comprar esos tenis que tanto deseas desde hace años, pero que te parecían demasiado caros. Está bien darte un gusto de vez en cuando mientras esté contemplado en tu presupuesto.
9. Aprende a comparar precios
Claro que es más fácil adquirir todo en una misma tienda, pero la realidad es que debes aprender dónde comprar, pues esto te ahorrará dinero que más tarde podrás usar para algo más. Identifica si tu empresa tiene convenios con microempresas que presten algún servicio de tu interés, por lo general, se tratan de descuentos u ofertas 2×1. Averigua si tu tarjeta de crédito tiene promociones con tiendas que te agraden y revisa tickets y cupones que puedes hacer válidos por productos que te llamen la atención.
10. Busca la forma de tener ingresos extra
Muchas chicas son excelentes vendiendo cosas, esta es una buena idea si te gustan las ventas o si tu ingreso mensual no es suficiente para pagar lo que debes. Descubre si eres buena creando bisutería, vendiendo por catálogo, atendiendo un bazar de segunda mano o comienza con un micronegocio con ayuda de tu mejor amiga o tu novio. Hay cientos de opciones a las que puedes recurrir.
11. No le temas a las aplicaciones bancarias
Es verdad que tener aplicaciones bancarias en tu celular te hace abrir los ojos y sentirte como una verdadera adulta, pero la realidad es que si cuentas con una tarjeta bancaria es porque ya lo eres. Así que no les tengas miedo, realmente son muy amigables y fáciles de usar, ya que solo necesitas ingresar tus datos personales. Lo mejor de todo es que son súper seguras, pues el banco es quien crea dichas apps. Pronto descubrirás sus beneficios y les sacarás provecho.
12. Olvídate de los pagos con tarjeta
Uno de los problemas más grandes a los que te puedes enfrentar cuando pagas con tarjeta es que no te des cuenta de cuánto estás gastando, pues realmente no te percatas de todo lo que sale de tu bolsillo. Por esta razón, es recomendable que intentes tener una semana sin tarjetas si tienes un problema al excederte con el uso de estos métodos de pago. Retira el dinero en efectivo y ve la cantidad de lo que realmente gastas. De esta forma, será más sencillo que veas que tu cartera en efecto tiene un límite y que debes respetarlo para vivir sin preocupaciones.
13. Ponte una meta
Este punto es el más importante de todos, pues aunque quieras ahorrar, si no tienes un fin, gastarás todo el dinero en cualquier cosa y sentirás que has hecho todo eso por nada. Pregúntate qué es lo que más quieres para este año. No importa si es una meta a corto, mediano o largo plazo, ya que comenzarás a planificar la cantidad que quieres ahorrar mensualmente dependiendo de esta. Además, es importante que siempre te visualices con estabilidad económica. De esta forma, verás que esos pensamientos de “soy pobre” o “no tengo dinero” comienzan a desaparecer.