El cuerpo tiene más de dos millones de glándulas sudoríparas que lo enfrían mediante el sudor en la piel. Sin embargo, es materia orgánica rica para la reproducción de bacterias, que son las causantes del mal olor en axilas.
Además de recomendarte emplear desodorante o antitranspirantes (sobre todo de barra o gel), una adecuada higiene y el uso de ropa de algodón que permita respirar tu piel, en OkChicas te damos algunos remedios naturales para controlar y prevenir el mal olor en axilas.
1. Unas gotas de limón
Para ayudarle a tu cuerpo a deshacerse del sudor acumulado y del desodorante que se ha ido quedando en tus poros, limpia tu piel con limón.
Cada mañana, antes de bañarte, pasa medio limón por tus axilas. Desde el primer día sentirás cómo la piel queda mucho más limpia.
2. Bicarbonato de sodio
Toma un poco con el dedo y aplícalo directamente sobre tus axilas. Deja que se absorba y después usa tu desodorante de manera regular.
3. Usa desodorante de crystal
Hecho a base de piedra alumbre se ha usado para controlar el mal olor desde la antigüedad, pero cayó en desuso por los desodorantes químicos actuales.
Para aplicarlo tienes que humedecerlo un poco, luego ponerlo directamente sobre tu piel y dejarlo secar. No causa irritación ni sensación grasosa.
4. Disfruta de un té
Bebe una taza de té de salvia todos los días, esto reduce la actividad de las glándulas sudoríparas.
5. Crea tu propia crema antisudor
Aplicar un puñado de hojas frescas de salvia mezcladas con jugo de tomate sobre las axilas te resultará tan efectivo como un desodorante comercial.
6. Siente la naturaleza en tu piel
Moja tus axilas con una mezcla de té de corteza de sauce y bórax.
7. Usa tu polvo de arroz
Empolva tus axilas limpias y secas con maicena o con polvo de arroz.
8. Una pasta suave pero eficaz
Lava tus axilas con la mezcla de una cucharada de bicarbonato de sodio y el jugo de un limón.
9. Dales un toque de suavidad
Aplica unas gotas de aceite de árbol del té sobre las axilas. Este aceite mata las bacterias que producen el mal olor.
10. No uses agua común
Lava tus axilas con el líquido de una lechuga exprimida o con vinagre de manzana, empleando una gasa.
11. Crea tu propio talco
Después de bañarte, mezcla talco y bicarbonato (en cantidades iguales) y aplícalo en tus axilas una vez secas.