En cuestión de personalidades, las mujeres podemos tener un millón diferente para cada ocasión. Pero en especial hay un tipo de chica que batalla para socializar mucho más que otras, y esas son las chicas poco cariñosas.
La gente siempre termina etiquetando a una chica así como maldita, pero la realidad es que eres igual de tierna y amorosa que cualquiera; solo que no encuentras necesidad de expresarlo. Aquí las 10 situaciones que toda chica poco cariñosa conoce a la perfección.
1. Los cumplidos no son tan halagadores
Realmente nunca sabes qué decir cuando un cumplido te llega. Generalmente tus respuestas van de un extremo a otro; puedes sentirte con miedo e intimidada, o reírte a carcajadas de los nervios de no saber cómo reaccionar.
2. Coquetear es una tarea horrible y tediosa
Simplemente por qué no solo decir; “me gustas”, ¿te gusto?, ¡perfecto! y hacer chocar dos cervezas. Las relaciones sentimentales no son tu fuerte, pues ya sea que te pongas en extremo nerviosa y prefieras salir corriendo antes que aceptarle un trago a un chico guapo, o actuar con tanta naturalidad que hasta puede confundirse con desinterés.
3. Tienes un sentido del humor incómodo a veces
Cuando estás en una situación muy seria en la que debes mantener la compostura, tu torpeza se adueña de tu ser y sale triunfante con el peor chiste que se te viene a la mente. Seguramente te sientas más incómoda tú por decirlo que la gente que te ignoró por imprudente, pero no es tu culpa que prefieras aligerar el ambiente a contribuir con él.
4. Cuando estás callada la gente piensa que tienes un problema
Tiendes a dejar hablar a otros y solo observar, pues realmente NO tienes nada que te interese decir. La gente quiere ver que te integres, pero tú estás perfectamente bien. “Lo siento, estoy callada porque sigo pensando cómo dominar el mundo; pero gracias, yo estoy excelente.”
5. Casualmente la gente siempre termina buscándote en tiempos de necesidad
La mayoría de tus amigos te busca pidiendo consejos como si fueras una clase de fuente de sabiduría. Y aunque te extraña que la gente te perciba de esta manera, siempre terminas tocándote el pequeño y frío corazón, intentando darles el mejor consejo.
6. La gente que no te conoce cree que eres una maldita
Es muy triste… bueno, realmente no. La verdad no te importa lo que piensen, tal vez en el fondo hasta te da risa. Pero lo que sí no te agrada demasiado es cuando no te dan ni la oportunidad de demostrar que hay un ser tierno y delicado detrás de esa cara de perra amargada; es solo que necesitas tiempo para entrar en confianza con la gente nueva.
7. Prefieres (por mucho) regalar dinero que regalar afecto
Eres una completa tacaña del afecto; no ves necesario los abrazos y besos al momento de saludar o despedirte de alguien. Generalmente lo haces como un tipo de cuota que pagas al universo para estar en paz con la sociedad. Pero honestamente estás en tu zona cuando tienes la oportunidad de escaparte de un saludo que involucre tocar a alguien.
8. No sabes manejarte a ti misma cuando estás enamorada
Simplemente no puedes, y para empezar, no lo comprendes; no tienes idea de cómo alguien que apenas y te conoce ya te quiere dar cariño. Pero al final, cuando aceptas que también lo quieres, es una tortura los momentos de intimidad. Pero ahí es cuando más te deberías relajar y disfrutar el momento.
9. Te frustra parecer psicópata cuando por fin te animas a demostrarle afecto
Siempre que por fin lo haces, terminas pareciendo una loca. Pues como no estás acostumbrada, terminas haciéndolo de la manera menos sutil y con la sonrisa boba. Pero lo importante es la intención ¿no?
10. Tienes el mejor ojo para dar regalos
Los regalos son TU don. Compensas la falta de afecto y atención que no le diste a tus amigos en todo el año, para en su cumpleaños lucirte con el regalo más lindo y especial. Porque como pasas mucho más tiempo escuchando a una persona que dando cariño, tienes la facilidad de saber qué cosas les gusta a la gente que quieres.