Hace un par de días pensé en ti, amiga mía, cuando me dijiste que te habías cansado de sentir que nada valía demasiado la pena y que querías descansar de los “fracasos”. Dijiste que ya no querías nada de mí ni de nadie que sintiera lo mismo que sientes ahora.
Me dolió que rechazaras el apoyo de todas las personas que te queremos y amamos. Duele que pienses que estás sola en esto, y que eso que tanto te duele no tiene remedio ni manera de sanar. Me sentí débil de no poder ofrecerte una sola palabra que te hiciera sentir mejor. Por eso hoy, a ti que estás pasando por un gran dolor y sientes que estás a punto de darte por vencida, te pido que antes de que te rindas, leas esto…
A ti, que ahora sientes que la vida se tambalea frente a ti y el control se te va de las manos, quiero que recuerdes que la vida siempre sucede, e independiente a lo que nosotros queramos que pase o no, al final todo es parte del viaje y debemos siempre aceptarlo.
Sé que estás desesperada, y sientes una necesidad de renunciar a todo de una sola vez. Tomarás un descanso cuando sea necesario, pero hoy no; hoy la vida está sucediendo y el tiempo, aunque no lo quieras, seguirá pasando. Ya tendrás un momento para volver a la raíz de tu ser, y volver a ser lo que antes eras. Cuando menos lo imagines, estarás regresando al lugar donde comenzaste, te reencontrarás a ti misma y te reconciliarás con tu pasado.
Pero por ahora no te detengas, sigue caminando hacia adelante, sin importar que no conozcas la dirección del destino a donde quieres llegar. Sin importar cuántas vuelvas tengas que dar. Recuerda que no todos los que vagan por el mundo se encuentran “perdidos”.
Quizá la mayoría está a punto de llegar a su destino, o tal vez aún van a mitad de camino; pero lo importante es que no se han detenido, siguen caminando tranquilamente y sin agachar la cabeza.
El dolor que ahora sientes tiene un propósito importante en tu bienestar, hay cosas que necesitas aprender de él mucho antes de que las heridas comiencen a sanar. Sé que llevas meses sufriendo de un malestar emocional, pero también sé que no has intentado descifrar su verdadero origen; sólo lames tus propias heridas esperando que solas vuelvan a sanar. No permitas que esas tristezas te hagan caer sin haber aprendido de ellas antes de que te vuelvas a poner de pie.
También sé que has estado molesta por sentir que te perdiste un viaje importante, o que no estás donde planeaste un día estar. Sin embargo esos cambios de planes son también golpes del destino que debes de aprender a respetar. Muchas cosas buenas suceden cuando observas la vida como un viaje lleno de golpes de suerte, y no un camino lleno de piedras que te hacen tropezar.
Te has resistido sin razón al cambio, por miedo a no saber lo que vendrá. Sin embargo nada bueno sucede cuando el temor a la vida le gana al placer de no saber qué más estarás a punto de vivir. Respira profundamente y agradece lo mejor de tu vida sin importar qué tan oscura sea una experiencia, siempre contarás con la seguridad de que el sol seguirá saliendo al próximo día.
Por último, dejar de lamentarte por el pasado, borrarlo es imposible. Intentar cambiar en tu memoria la manera en que pasaron las cosas es una autolesión de la cual necesitas desprenderte. Lo único que tienes seguro en esta vida es el presente, lo demás será historia ,y lo que viene es incierto. Escucha a tu corazón, él siempre te acompaña en cada latido gritando: “¡hazme caso que también estoy vivo!”.