Tu mejor amiga es una de las personas más importantes en tu vida, y es a quien a menudo olvidas decirle “gracias”. A través de lo bueno, lo malo y lo feo, ella es la única persona que consigue entenderte. Y de alguna manera, el aprecio que sientes por ella se va perdiendo entre las situaciones de dolor y de risa que comparten juntas.
Le das las gracias por las cosas pequeñas que ella hace por ti, como la cena que preparó o la película que le pediste prestada, pero rara vez o nunca, le agradeces por las cosas que son realmente importantes.
1. Por todas las veces que te dejó volver, a pesar de que muchas veces te alejaste
Ya sea debido por una relación, por encontrarte contigo misma o por razones personales, tu mejor amiga siempre te permite hacer tu propia vida porque sabe que aunque te alejes, en cualquier momento volverás.
Estás destinada a experimentar cosas nuevas y a arruinarlas un par de veces; eres libre de embarcarte en tu propio viaje. Pero, al final, te darás cuenta de quién y qué es lo que importa en tu vida. No importa cuántas veces te alejes, cuando regreses tu mejor amiga siempre estará allí para darte la bienvenida.
2. Por relacionarte con quien no valía la pena y ella no te lo impidió
¿Recuerdas aquel chico del que te enamoraste, cuyas palabras eran lo mejor del mundo y al final te diste cuenta que era puro bla bla bla?
Aunque hubiera sido bueno que te llamasen la atención a través de un megáfono gigante o te tirasen un cubo de agua helada para traerte de vuelta a la realidad, tu mejor amiga te dejó andar por las nubes por un tiempo.
Aprendemos más a través de las experiencias, así que ella te dejó perder la cabeza hasta que te dieras cuenta de lo que realmente te convenía.
Gracias a ella ahora sabes a qué tipo de personas debes evitar, y hoy tienen innumerables chistes sobre tu relación fallida.
3. Por ser paciente cuando no paras de hablar de tu vida y olvidas preguntar cómo está ella
A veces te centras tanto en contar una historia o un tema en especifico que no permites que te interrumpa siquiera por 30 segundos. Y cuando por fin tiene la oportunidad de decir algo, sin querer le cortas la idea y tomas un nuevo tema.
Esto no quiere decir que pienses que su vida no es importante, simplemente se te olvida que la vida no sólo se trata de ti y de tus problemas.
4. Porque te acompañó a una cita doble
¿Recuerdas cuánto te gustó aquel chico?, y ya que no lo conocías bien, le preguntaste a ella si quería salir contigo, con él y su amigo.
Ella dijo que no. Le suplicaste y prometiste quedarte toda la noche con ella pero no cambió de opinión. Sin embargo, ya que es tu mejor amiga y haría cualquier cosa por ti, al final aceptó.
La noche fue súper incomoda para ella. Por no hablar de que no te quedaste con ella todo el tiempo, como dijiste que lo harías.
5. Por prestarte su camiseta, falda, accesorio o película favorita que nunca le devolviste
Independientemente de si lo perdiste, o te gustaba tanto que “olvidaste” devolvérselo, sabías que ella lo quería de vuelta, pero tú te aferraste a sus cosas.
Meses, o incluso años después, lo “encontraste” (o si lo perdiste, decidiste remplazarlo) y, finalmente “recordaste” ponerlo en tu bolsa. Al menos se lo devolviste, ¿no?
Pero si aún sigues guardando esa camiseta, falta, accesorio, película o cualquier cosa que te prestó, tal vez es hora de devolvérselo.
6. Por estar a tu lado en las etapas más raras
Cuando echas un vistazo hacia atrás por fotos antiguas (esas que tomaste con tu cámara digital o tu BlackBerry), es difícil imaginar cómo alguien sigue siendo tu amiga desde aquellos días.
¿Los brackets? ¿El cabello mal cortado? ¿El acné que tenías en toda la cara cuando comenzó tu adolescencia? Ella estuvo contigo a pesar de todas esas etapas raras.
7. Porque en lugar de juzgarte por toda la cantidad de comida que consumes, ella se une a ti
Tu mejor amiga no sería realmente tu mejor amiga si no les gustara tener como pasatiempo, cuando están juntas: comer. Si hay algo que siempre hacen las dos es comer.
Cada vez que se reúnen, hay algún tipo de alimento o bebida de por medio.
Ustedes hablan y comen. Ven televisión y comen. Van de compras y comen. Salen de viaje y comen. Tu mejor amiga nunca te juzgará por esos dos pedazos de pizza, el yogur y las galletas que comiste a la hora de la cena; al contrario, ella se sienta a tu lado y come lo mismo.
¡Esa es la amistad verdadera!
8. Porque te cubrió cuando tus padres le preguntaron sobre la fiesta familiar a la que “las dos fueron la otra noche”
Por supuesto no hubo tal fiesta familiar y menos estabas con ella. Y no sólo eso, sino que olvidaste informarle sobre esa “fiesta familiar” a la que las dos habían asistido.
Por suerte las dos hablan un mismo idioma, y basta una sola mirada cómplice para que ella mantenga la calma y te siga el juego.
9. Por dejarte tratar su casa como si fuera la tuya
Estamos hablando de adueñarte de su cama cuando te quedas a dormir en su casa, de olvidar desconectar y regresar la plancha de cabello a su lugar después de que la has usado, y probarte todo su clóset dejando una pila gigante de ropa en su cama.
En esta categoría también podemos incluir los derechos que te otorgaste para asaltar la nevera y tirarte en su sofá a esperar que ella llegue a casa. Porque también te relajas en su casa aunque ella no esté.
10. Porque nunca te dijo en voz alta “te lo dije”
Ella te lanza esa mirada cómplice que las dos conocen en las situaciones en que tenía razón; sin embargo nunca te dirá en voz alta esas tres palabras (las mejores amigas no tienen que hacer una escena cuando la otra está equivocada).
Las dos comparten un vínculo especial y tienen una forma de comunicarse sin palabras; no hay necesidad de evidenciar cuando una está equivocada. Hay un conjunto de frases que cada dúo dinámico utiliza con frecuencia, y “te lo dije” no es una de ellas.
11. Por decirte las cosas como son
Tu mejor amiga es la única persona que va a ser brutalmente honesta contigo en todo momento.
Se ríe de la ropa fea que te pruebas, sus ojos dan vuelta cada vez que mencionas al chico que te encanta, y te llama la atención sobre tus malas decisiones antes de que sigas adelante con ellas, por que las dos saben que lo lamentarás en un futuro.
Te permite llorar, te abraza y te consuela cuando lo necesitas, pero cuando es hora de levantarse de ese fracaso, ella ya no te ofrece su hombro, sino que te da la mano para ayudarte a salir adelante.
Sin su consejo, su amistad y su apoyo, estarías perdida en este mundo.