Si eres de las que prefieren llevar la justicia hasta la hora de pagar la cuenta, te agradará lo que se le ocurrió a la protagonista de esta historia para que nadie se vuelva aprovechar al momento de liquidar el consumo en un restaurante.
Por medio de una hoja de Excel, Haley, de Pensilvania, Estados Unidos, pudo dividir la cuenta de la cena de cumpleaños de una de sus amigas de manera justa, para que cada quien pudiera pagar lo que consumió. Eso sí, entre todos pagaron lo de la festejada.
¿Cuántas veces nos hemos sentido algo estafadas cuando al salir con un grupo de amigos o compañeros de trabajo se termina dividiendo la cuenta en partes iguales, cuando claramente hay personas que consumen más que otras?
Pero eso ya no le pasará más a Haley, pues cuando salió en grupo a festejar el cumpleaños de una de sus amigas, según contó en entrevista para Newsweek, se creó un poco de tensión al momento de pagar la cuenta, ya que algunos amigos se opusieron a dividirla en partes iguales.
Esta fue nuestra experiencia, solicitamos cuentas separadas y nos indicaron el Ziosk. La opción de esta máquina (que se usa para dividir cuentas) es fantástica para grupos más pequeños. Sin embargo, tuvimos problemas para averiguar quién cubriría el total de la persona del cumpleaños y cómo le haríamos con un par que querían pagar juntos en efectivo.
Además, Haley también mencionó que tras una fabulosa noche, nadie quiere ponerse a revisar cada cosa para averiguar qué tiene que pagar, especialmente si has bebido, así que la mujer optó por pagar todo con su tarjeta de crédito y después les avisaría cuánto tendría que pagarle cada quien.
Al día siguiente, la chica se puso creativa y diseñó su propia hoja de Excel para definir la cantidad exacta que cada integrante debía pagar. Aunque luego reconoció que fue un trabajo innecesario, pues después se enteró de que ya hay aplicaciones que hacen este trabajo por ti, tales como SplitWise o Tab.
Las personas deben averiguar con quién cenan, cómo quieren manejar el pago de las facturas y asegurarse de que a todos les parezca justo, nada quema más una amistad que el rencor de las responsabilidades financieras desiguales en un grupo. Si sales a cenar y una persona pide cuatro bebidas y otro sólo pide agua, no hay nada justo en un reparto igualitario de la cuenta.