A lo largo de los años vas dejando personas en el camino, amigos que en un momento de tu vida fueron inseparables y con los que compartías todo y hasta los considerabas parte de tu familia, sin embargo, por alguna razón ya no continúan a tu lado. Es difícil comprender por qué ocurren estas situaciones tan dolorosas, pero pasan y tienes que aprender a dejar ir a quien ya no puede estar más tiempo contigo.
Las circunstancias pueden variar. Algunas amistades se alejan porque sus intereses no son los mismos; otras, por motivos desconocidos que no puedes entender; por alguna actitud o conducta que cortan de tajo con la amistad. Hay personas muy tóxicas que realmente no merecen tu cariño, aunque a veces es complicado entenderlo.
Lo importante es comprender que así es la vida y que muchas situaciones no tienen explicación, solo tienes que soltar. Y es bueno hacerlo, no puedes tratar de quedar bien siempre con los demás, cuando tú misma no estás bien contigo. Cuando una persona es innecesaria, aunque sea doloroso, aferrarte a esa amistad solo causará más daño. Si entiendes esta situación, te será más fácil dejar ir. Esto no significa que de la noche a la mañana dejes de querer a esa persona que tanto estimas, el cariño podrá estar ahí por más tiempo, pero entiendes que la relación ya no existe más y lo mejor es abandonar la idea de su presencia.
Conforme pasan los años, vas comprendiendo que es mejor calidad que cantidad. Esa frase que dice que “las personas llegan a nuestras vidas por una razón, por una estación o para toda la vida”, es cierta. Tú sola te vas a ir dando cuenta de quién es quién en el viaje.
Cada cual tenemos una misión en la vida de las personas, podemos ser lecciones invaluables, momentos increíbles o compañeros para siempre, debemos reconocerlo y no forzar algo que no da para más. No debemos convertirnos en cargas emocionales para las demás personas, igual que no debemos permitir que ellos lo hagan para nosotros. No esperes a que ocurra una desgracia para comprender que el desapego es esencial en nuestras vidas; mientras más te aferres al cuchillo, más va a sangrar la herida.
Una amistad debe basarse en el buen trato, en la comprensión, en el respeto mutuo, en la complicidad. Cuando entiendes esto, elegir amistades debe ser más sencillo. Si por alguna razón alguien de tu círculo te traiciona o sientes que su amistad no es lo que esperabas, no tengas miedo de soltarle la mano. Continúa y por el camino encontrarás gente extraordinaria que te sostendrá. No permitas que se aprovechen de ti ni que pasen encima de tus valores o que traten de cambiar tu esencia como más les convenga. La decisión es tuya.
Recuerda que el trato que te des a ti misma dará la pauta a los demás de cómo deben tratarte. Jamás, por la razón que sea, así sea una persona que amas mucho, debes permitir que te pisoteen. Permite que entren a tu vida personas buenas que crean en ti, que te impulsen a crecer, que te escuchen y te comprendan, pero sobre todo que te valoren.
Notarás que con el tiempo esas personas que se alejaron de tu vida ya no importan, que les diste demasiada importancia cuando en realidad no la tenían. Su propósito en tu vida terminé, agradece el aprendizaje y los buenos momentos, pero no te quedes estancada. La vida está en continua evolución, deja que te sorprenda.