Sin importar tu edad, seguro recuerdas haber sido la amiga que se hacía responsable de las demás. Siempre estabas a cargo de la situación y los planes, o terminabas llevando a tus amigas sanas y salvas de vuelta a casa.
Si alguna vez te sentiste así, es porque seguramente eras la “mamá de la pandilla”; y estas 10 señales lo comprueban. Así que toma el lugar que te corresponde y disfrútalo, porque es buenísimo.
1. Siempre te avisan cuando llegan a casa
Nunca te despides de una amiga sin antes decirle: “Me avisas cuando llegues a casa; ve con mucho cuidado, por favor”.
2. Animas a tus amigas cuando se sienten mal
No puedes evitar sentirte horrible si sabes que una amiga se siente mal, así que llegas por ella con su café frío favorito y un par de películas para chicas que la animarán de inmediato.
3. Las alientas a seguir sus sueños
Jamás les dices que “no puedes”; al contrario, las amas tanto que quieres que sigan siempre sus metas hasta lograrlas.
4. Siempre tienes la solución a cualquier problema
Siempre estás detrás de los planes A y B, pues sin importar la situación en la que se encuentren, sabes cómo manejar la situación.
5. Eres la mejor escuchando a tus amigas
En un instante sabes cuando algo anda mal, e infinidad de veces has dicho: “vamos… cuéntamelo todo”.
6. Siempre estás lo suficientemente sobria para tomar un taxi y llegar a salvo
Siempre estás alerta para que todas lleguen a casa sanas y salvas. Es un trabajo difícil, pero alguien lo debe hacer; y ese alguien eres tú.
7. Eres la más precavida de todas
Tienes un kit de emergencia en tu bolsa y dinero extra en tus calcetines porque nunca sabes qué puede suceder; por eso eres la indiscutible matriarca de la “pandilla”.
8. Eres la primera con la que se presentan los pretendientes
Tus amigas presentándote a sus futuros novios: “Mmmh… siguiente; éste no me da buena espina”.
9. Organizas las salidas en grupo
Nadie más maneja la organización tan bien como la madre postiza de tus chicas: tú. Y por más veces que hayas intentado dejarles un poco de responsabilidad en cuanto a la organización, al final te das cuenta que tú debes hacer esa tarea.
10. Sabes cuando una de tus chicas necesita un abrazo
Eres experta en “abrazoterapia”, así que puedes intuir rápidamente quién de tus amigas está pasando por un mal momento para acercarte sin tocar el tema; sólo abrazarlas. Jamás dejarás que a tus amigas les falte ese cariño maternal que tienes para dar.