Ella puede con cualquier cosa: el fin de una relación, de una amistad o con las discusiones de una familia disfuncional. Siempre que se siente herida, finge una sonrisa como si nada pasara. Ella está bien, tiene un corazón inquebrantable.
Parece fuerte, pero siente que está viviendo una mentira, que todo el mundo le da más crédito de lo que se merece. Todo el mundo piensa que es fuerte, porque solo ven a un lado de ella; la ven durante el día, cuando tiene suficiente energía para fingir, pero no la ven por la noche, sola en su habitación, cuando está demasiado cansada para dejar atrás sus problemas.
Ella nunca deja que nadie la vea cuando ella está vulnerable. Cuando tiene ganas de llorar, aguanta las lágrimas hasta que tiene oportunidad de escapar al baño. Cuando está molesta, encuentra una excusa para cancelar sus planes, para que nadie se dé cuenta de que está fuera de sí. Y cuando tiene una crisis nerviosa, no manda un mensaje a sus amigos o lo publica en Facebook, sufre en silencio.
Sus amigos la consideran graciosa, la que soluciona los problemas y quién acuden cuando necesitan ayuda, porque saben que estará a su lado, sea como sea, y les ofrecerá consuelo cuando se quejen de sus vidas casi perfectas, aunque ella quiera gritar que no saben lo que es tener verdaderos problemas.
Ella odia los viajes largos y solitarios en coche, tanto como odia los pensamientos de medianoche. Odia estar atrapada en su propia mente, porque es un lugar peligroso, está convencida que es en donde está su otra vida, una en donde no tiene éxito, es fea, estúpida y en donde morirá sola y sin cumplir ninguno de sus sueños.
Se ve segura, pero sus temores no la dejan sola; la siguen a su casa todas las noches, en su habitación y en sus sueños y la hacen sentir pequeña, sin valor… Inútil. Odia que el resto del mundo la vea como un objeto, como una hermosa mujer independiente, mientras que ella se ve como algo completamente distinto, alguien falso.
Ella no se da cuenta de que es tan fuerte como el hierro, porque siempre sigue adelante; es fuerte porque todavía tiene esperanzas y es capaz de sonreír a pesar del dolor; porque está viva, a pesar de que ha sido testigo de lo cruel que puede ser este mundo.