Cuando peleas con tu novio y luego de decirle toda una colección de groserías, ¿sientes alivio y hasta te da risa? No te preocupes, no estás loca, de hecho eres una chica totalmente sana, como muestra un estudio realizado por el psicólogo Richard Stephens de la Universidad de Keele en Inglaterra.
Esté reciente estudio demuestra que las groserías o maldiciones no son tan malas en realidad y que nada tiene que ver con un nivel sociocultural o de estudios, sino con tu pleno bienestar, así que aprovecha y exprésate de la forma que más te convenga.
1. Tiene un efecto analgésico
Para comprobarlo ,se realizó un experimento que consistía en medir el tiempo en que 67 alumnas eran capaces de mantener sus manos sumergidas en agua muy helada. El investigador animó al grupo a que gritaran groserías y más tarde, completaron la misma prueba sin maldecir.
Las 67 voluntarias soportaron las temperaturas frías durante 40 segundos más mientras maldecían. Este grupo también afirmó que sentía menos dolor en general. Stephens concluyó diciendo:
“Yo aconsejaría a la gente que digan groserías cuando se lastimen“.
2. Te hace sentir más fuerte
Stephens también noto que maldecir aumenta los niveles de agresión. Pero, ¿por qué es importante esto?
Esto aumenta la confianza propia, ya que le restas importancia a tus debilidades y mantienes un mayor control en tus reacciones.
3. No es sinónimo de vulgaridad
Que digas groserías no significa que falten palabras en tu vocabulario, o que no tengas conocimientos sobre el tema que se trata.
En su experimento, el psicólogo determinó que maldecir no tiene ninguna relación con el intelecto.
4. Es un excelente mecanismo de defensa
Las chicas dicen obscenidades como un mecanismo de defensa, prácticamente comos una forma de supervivencia.
¿De qué otra manera hubieran soportado las temperaturas extremas sus alumnas?
5. Te hace más sociable
¿Te desahogas con constantes maldiciones? Si tu respuesta es afirmativa, tienes una gran ventaja, pues las chicas que demuestran su frustración o dolor de esta manera, aumentan su circulo social al ser percibidas como personas honestas.
6. Te ayuda a enfatizar una charla
A veces las buenas palabras no son suficientes para transmitir lo que estás pensando, y las groserías te ayudan a darle el peso necesario a tu opinión, aunque a veces esto pueda confundir a los demás.
7. Definitivamente eres una persona sana
Cuando dices groserías se acelera tu circulación, se liberan endorfinas y te llenas de calma, control y bienestar. La clave esta en no confundir,las palabras altisonantes con el enojo, ya que en ese caso estarías fomentando la violencia.