Hace algunas semanas estaba en un bar con un par de buenos amigos que se encontraban de visita por el fin de semana. Tan pronto conseguimos dónde sentarnos, comenzamos a recordar historias de cuando éramos estudiantes… En esto estábamos cuando un chico de veintitantos se acercó a la mesa sin si quiera pedir permiso.
Pronto estaba metido en nuestra plática, que se convirtió en una charla banal con un extraño de desconocida procedencia. No es que quisiera parecer ruda, pero a diferencia de mis amigos yo simplemente refuté sus preguntas con respuestas relativamente cortas y por supuesto que no hice ningún esfuerzo adicional por saber nada más de el. ¿Que si era un buen tipo? Es probable. ¿Que si me importaba? No.
Con lo rápido que se pasa el fin de semana la verdad es que yo estaba más interesada en pasar tiempo de calidad con mis amigos que en salir con algún chico extraño que ni siquiera sabía si volvería a ver.
Cuando salimos del bar, uno de mis amigos, en ese clásico tono “de broma pero enserio”, dijo:
“¿Eres esa clase de chica que iba por ahí intimidando a los hombres, no?”
No era la primera vez que escuchaba eso, pero esta vez el comentario me perturbó tanto que decidí incluso buscar la definición de intimidar en el diccionario.
Quería saber a qué se refería exactamente mi amigo cuando decía que yo intimidaba. Quiero entender por qué en el bar yo estaba: ¿porque no le hice ojitos y le sonreí a ese extraño que ni siquiera anunció su llegada y con el que no tenía interés alguno de charlar?
Ya hablando a otro nivel, cuando sabemos de alguna mujer que está metida en la política (independientemente de su ideología) es etiquetada como “intimidante”, pero ¿serán realmente mujeres intimidantes o serán tan sólo mujeres directas, inteligentes y articuladas?
Hace apenas un año, una amiga de la familia contaba que no conseguía pareja por estar demasiado concentrada en sus estudios, cosa que “intimidaba” a los chicos. Entonces, ¿ella era realmente intimidante, o era simplemente una mujer que tenía como prioridad sus estudios y no salir con chicos bobos?
No excluyamos a Beyoncé de esta conversación. ¿Es Beyoncé una mujer intimidante? O ¿es simplemente una talentosa cantante y bailarina con amplio sentido humanitario?
Sólo diré una cosa:
“Estoy cansada de escuchar que la razón por la que estoy soltera es porque resulto demasiado ‘intimidante’ para los hombres”.
Debemos dejar de etiquetar a las mujeres de esta manera. ¿Desde cuándo la confianza y el éxito de una mujer se traduce en “intimidante”? Quiero decir que esta palabra no necesariamente debe tener connotaciones negativas, o me pregunto si esta etiqueta es tan sólo una estrategia para meter a las mujeres en los roles tradicionales de género.
Las relaciones sanas se caracterizan por el respeto mutuo, el soporte, el cariño y la comunicación. Así que para todas las mujeres “intimidantes” que hay allá afuera yo les digo que sigan siendo lo que han sido hasta hoy, esperen el momento para que llegue esa pareja que no se sienta intimidada por su éxito.
Querida mujer,
A veces, serás simplemente demasiada mujer
demasiado inteligente
demasiado bonita
demasiado fuerte
o demasiado algo
que hará sentir a algunos hombres más pequeños,
el peor error que puedes cometer es quitarle joyas a tu corona para que a ellos les sea más fácil cargarla.
No necesitas una corona más pequeña, necesitas un hombre con manos más grandes.